«Estábamos en busca de verdadera sinceridad y sencillez, y encontramos estas cualidades en la santa locura del punk». Nadezhda Tolokonnikova, integrante de Pussy Riot
Maria Alyokhina, es una de las integrantes del colectivo artístico musical Pussy Riot, un grupo de feministas punks, que al saber de la reelección de Vladimir Putin para presidente de Rusia en el periodo 2012-2018, se preguntó un frío verano del 2011:
El mágico otoño del 2011. La revolución de nieve, ¿qué escribirán en los libros de historia? ¿la mencionarán en absoluto? ¿qué será de ella -será el comienzo de una revolución más grande que está por venir-? Fuimos guiados (el pueblo ruso) por una creencia en la posibilidad del cambio, una creencia ingenua e infantil que puede despertar repentinamente en los adultos y es usualmente acompañada de sentimientos de vergüenza y la necesidad de justificarse. Salimos a las calles. Escribimos carta por carta hasta convertimos en una declaración revolucionaria.
Riot Days, Maria Alyokhina.
Con esa reflexión, hoy se presentó en Goldsmiths, Universidad de Londres, donde nos dimos cita para escuchar la lectura que hizo de algunos fragmentos de su libro autobiográfico, Riot Days. Al terminar de leer de cómo fue su experiencia en la cárcel durante casi un año, expresó que en la actual Rusia hay una mayoría disidente contra Vladimir Putin; esos presxs políticxs, son poco conocidos fuera de Rusia, por la gran cantidad de dinero que Putin emplea para que los medios de comunicación sean leales al gobierno. Putin y el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, se han convertido en vigilantes de la moral, fomentado una propaganda de odio hacia lxs disidentes políticos, y sobre todo si son mujeres. Recordó cómo a ella y a sus compañeras del grupo punk, se les acuso de fomentar el odio por motivos religiosos.
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Maria, junto a otras chicas ya eran parte de un colectivo de performans anaquista y de acción directa mixto, pero no fue hasta que el grupo «Guerra» se desintegró y las chicas exploraron con más fuerza la cultura punk como un arma de transformación/ revolución social. Su primera actuación fue con un performans en la catedral de Cristo Salvador en la ciudad de Moscú el 21 de febrero de 2012, con Punk Prayer Performans. El espectáculo duro quizá 6 minutos, cuando la policía y los periodistas entraron para ver qué estaba pasando. Al escuchar:
Virgen María, Madre de Dios, destierra a Putin
¡Destierra a Putin, destierra a Putin!
Congregaciones que se arrodillan.
Las túnicas negras se jactan, las bragas las tienen doradas
El fantasma de la libertad ha ido al cielo
El Gay Pride está encadenado y en detención.
El jefe de la KGB, su principal santo,
conduce a los manifestantes a prisión bajo escolta.
No molesten a Su Santidad, señoras
ese palo se mueve a hacer el amor y procrear bebés.
!Mierda, mierda, esta mierda de piedad!
!Mierda, mierda, esta mierda de la santidad!
[Coro]
Virgen María, Madre de Dios
Conviértete en una feminista, !te rogamos!
Conviértete en una feminista, !te rogamos!
Bendice a nuestro jefe bastardo,
deja que los coches negros desfile con la cruz.
El misionero da clases por dinero en efectivo
Conócele allí, donde paga su escondite.
Maria narra cómo la fuerza policial y las leyes se les fueron encima tratándolas de locas, satánicas y criminales por usar pasamontañas de colores, casi con vestimentas infantiles. Con juicios que trataban de demostrar que eran una mujeres sin criterio o sin opiniones propias, tanto ella como sus compañeras arrestadas en ese día (Yekaterina Samutsevich, Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova) demostraron ser conscientes de sus actos y las implicaciones que el arte tiene como arma de resistencia y denuncia. Lo mismo, sabían que los medios de comunicación oficiales darían una opinión que enaltecería el gobierno de Putin, resguardando la tradición ortodoxa cristiana. Aún así en lo que fue el juicio de las Pussy Riot, hubo opiniones como esta,
«Los medios de comunicación nos ofrecieron una versión de unas adolescentes que iban en contra de Putin sin siquiera entender por qué lo estaban haciendo.» El trío demostró ser tranquilo, valiente, mujeres impecablemente bien informadas, cuyas elocuentes declaraciones al tribunal citaban a Dostoievski, Solzhenitsyn y Joseph Brodsky. «Comparado con la máquina judicial, no somos nadie, y hemos perdido», dijo Samutsevich. «Por otro lado, hemos ganado … El sistema no puede ocultar la naturaleza represiva de este juicio. Una vez más, el mundo ve a Rusia de manera diferente a como Putin trata de presentarlo en sus reuniones internacionales diarias». Incluso algunos miembros del Partido Rusia Unida de Putin acordaron, con uno quejándose públicamente de la acusación «hace del país la risa del mundo entero «.
«Pussy Riot: activists, not pin-ups», The Guardian,Dorian Lynskey,
20 de diciembre 2012.
Maria junto a sus compañeras lograron salir de la cárcel en el 2013, gracias a una ley de amnistía del gobierno ruso a varios presos políticos. Gracias a la presión internacional y las constantes manifestaciones para su liberación, desde los colectivos Femen hasta Madonna, se unieron en campaña por su libertad. Desde entonces, las Pussy Riot, se han unido por cuentas separadas y conjuntas a apoyar campañas internacionales por la liberación de presos políticos, sobre todo artistas e intelectuales.
Ya que la conferencia de Maria era también hablar cómo subvertir la prensa oficial, ella piensa en la importancia de contar historias que derriben mentiras oficiales. Dice que contar, publicar y prestar atención a las historias personales son fuentes de grandes resistencias y voces que dan certezas. Ella dice que debemos refutar mentiras, creer que es posible la verdad, pues sólo a través de esta se forja la libertad y la protesta. Además de presentar su autobiografía, ha formado su propia agencia de noticias y cree que las redes sociales son un vehículo donde la resistencia y la organización se puede lograr desde lo local a lo global.
Espero terminar de leer su libro antes de diciembre y compartirles de que se trata.
Jael de la Luz