Por Tatiana Romero En Berlín, mi sodoma particular, me descubrí extranjera, exótica, inferior. Pienso en Chimamanda Ngozi Adichie, quien en Americanah explica que ella no fue negra hasta que llegó a Estados Unidos de América. Así yo nunca me sentí exótica hasta que pisé suelo alemán, con toda la inferioridad que conlleva el exotismo. Con…
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