Mes con mes hemos reflexionado sobre la importancia de los derechos humanos y la justicia de género en un mundo patriarcal como el actual, en el que seguimos siendo minoría. A pesar de cada logro en la arena pública, nuestros derechos se ven anulados o entorpecidos por una serie de barreras que los grupos dominantes ponen a cada paso que damos.
Este mes queremos detenernos en diversas fechas de interés para las mujeres, tanto en México, como en el mundo. Tuvimos, por ejemplo, el 5 septiembre, Día Internacional de la Mujer Indígena y con esto queremos recordar a Bartolina Sisa, quien durante el periodo de insurgencia aymara-quechua durante la segunda mitad de 1700,
asume un papel de liderazgo: fue jefa de batallones indígenas, demostró gran capacidad de organización y logró armar un batallón de guerrilleros indígenas. A su vez, armó grupos de mujeres que colaboran con la resistencia a los españoles en diferentes pueblos del alto Perú. (Contagioradio)
En Latinoamérica y muchas otras partes del mundo, las mujeres indígenas han sido la fracción social más reprimida por el sistema patriarcal; ya que ellas se encuentran discriminadas no sólo por su género —dentro y fuera de sus comunidades— sino también por su raza y su clase. Queremos reflexionar sobre las problemáticas socioeconómicas y de salud sexual y reproductiva a las que todas las mujeres nos enfrentamos día con día, pero haciendo hincapié en que las mujeres indígenas lo hacen con un triple esfuerzo, que debemos reconocer y enfrentar juntas, para que ninguna mujer sufra desventajas frente a otra (ni frente a ningún hombre, por supuesto), sólo por su origen racial o étnico.
Esto nos lleva al 14 de septiembre, día Latinoamericano de la Imagen de la Mujer en los Medios. Que esta fecha nos sirva para cuestionar los estereotipos de belleza que se reproducen, generación tras generación, sobre cómo debería ser la ‘mujer bella’; como si la diversidad no existiera en algo que es tan vasto y distinto como el cuerpo de humanas y humanos. También es un llamado de atención a los gobiernos latinoamericanos y caribeños, a las industrias de la belleza, la farándula y el entretenimiento para dejar de presionarnos. Queremos vivir libres de estereotipos, discriminación y que nuestros cuerpos no sean más vistos como objetos para complacer a otros-masculinos.
Necesitamos medios libres, alternativos, con discursos propios y autorepresentación de mujeres diversas en todos los aspectos. Que las mujeres no seamos sólo vistas como adornos y que nuestra voz sea escuchada como símbolo de conocimiento y profesionalismo. Ya Carmen Aristegui y Lydia Cacho, periodistas mexicanas, abrieron el camino para mostrar fuerza y coraje dando información para que la sociedad forme su propio criterio. Que esto alimente a niñas, adolescentes y mujeres para ser capaces de alzar su voz dentro (y fuera) de los medios.
Nuestras voces importan y nuestras vidas también, por ello desde Feminopraxis repudiamos cualquier acto que nos invisibilice. Así, el 23 de septiembre, Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres y Niñxs, ponemos en alto nuestra preocupación sobre la trata, así como la absurda creencia de que las seres humanas somos mercancía para satisfacción de los hombres y que por ello podemos ser secuestradas, engañadas y esclavizadas sexualmente sin que se haga mucho al respecto. Exigimos que se respete nuestra vida y nuestra seguridad, pues un mundo sin mujeres es un mundo incompleto. Recordemos que sin demanda, no hay trata.
Sabemos que los derechos parten de necesidades políticas, sociales e históricas y también sabemos que, como mujeres, a lo largo del tiempo hemos tenido que exigir y pelear por el ejercicio pleno de nuestros derechos; pues así como este sistema nos ha etiquetado como objetos de consumo, también nos ha dado la etiqueta de objetos desechables. El 23 de septiembre, en nuestro país, se conmemora el Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer; y por ende exigimos que nuestro derecho político se extienda hasta nuestros cuerpos y vidas. En México y en el mundo, millones de mujeres buscan acceder a un aborto seguro cuando se trata de una maternidad NO deseada, por la razón que sea. En agosto, Chile dio un avance en derechos humanos al permitir que las ciudadanas puedan decidir si interrumpir o no su embarazo bajo tres causales; esperamos que con el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, que se conmemora el 28 de septiembre, podamos reflexionar sobre la importancia de tener los recursos para ejercer una maternidad saludable y, por supuesto, para interrumpir un embarazo si nuestro deseo no es ser madres.
Invitamos a la reflexión colectiva para romper el silencio sobre los estereotipos y discriminaciones que como mujeres hemos vivido. Gritamos ¡Ya basta! porque estamos cansadas de que se nos obligue a ser o hacer de determinada forma, a cumplir mandatos que no sentimos reales en nuestros contextos, a ser sujetas a lo que el sistema disponga de nuestras vidas, a no poder caminar libres y seguras, a no vivir nuestras vidas con la plena seguridad de que lo que hacemos no será usado por la sociedad en nuestra contra.
Carol Hanisch ya nos dijo antes que «lo personal es político». Como seres humanas, nos cruzan diversas violencias no sólo en lo público sino también en lo privado, y el Estado, las culturas, las religiones, las sociedades y los medios NO tienen por qué ocultar nuestro dolor y nuestra rabia. Convirtamos eso en un motor para que nuestras voces unidas puedan alzarse bajo un mismo tono, ese que lucha por alcanzar el ejercicio pleno de nuestros derechos.
-Feminopraxis