Por: Paz Cornejo*
Cuando tiempo después algunos decidieron que ya no querían llevar mascarillas y se
rebelaron, ya nadie recordaba la razón, pero la fuerza de la costumbre hizo que todos
condenaran a los disidentes. ¡Pero cómo alguien iba a enseñar el rostro! ¡Qué poco decoro era ese! Eso solo se hace en casa y delante de los más allegados.
*Paz Cornejo (Madrid, 1981) se dedica a la docencia y a criar a su cachorro. Escribió el poemario Desaires metropolitanos. Aúlla, llora o ladra desde las afueras.
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** La imagen que acompaña este microrelato es de la artista textil mexicana @villanaart