Por Andrea González Medina*

Hace poco fue publicado el libro Perreo, una revolución de Julieta Emilia Cazzuchelli mejor conocida como Cazzu. El libro se encuentra escrito en forma de ensayo y parte de una pregunta central a la cual su autora se ha enfrentado a lo largo de su carrera. La pregunta que ella define como incómoda es: “como mujer: ¿qué se siente tener éxito dentro de un género musical tan machista?”. Cazzu no otorga una respuesta meramente simplista. Más bien, sus esfuerzos se dirigen a otorgar una respuesta elaborada que combina feminismo, psicoanálisis, análisis discursivo y autoetnografía. El uso de dichos elementos le permiten concluir que la industria del género urbano opera como una industria machista. Sin embargo, en las siguientes líneas me gustaría enfocarme en la tematización del devenir mujer a lo largo del libro.

Durante décadas, han existido ensayos dónde las ciencias humanas y sociales problematizan esta idea. Mediante una intersección entre feminismo y posestructuralismo, el devenir mujer se sitúa como una herramienta filosófica y política que se posiciona frente a la idea del sujeto masculino universal.

La introducción del libro es sumamente peculiar. De una manera muy sutil, Cazzu introduce al lector al análisis del discurso. El posestructuralismo foucaultiano nos ha enseñado cómo el discurso es central para configurar al sujeto. En esta medida, se sabe que una de las preguntas centrales del autor ha sido cómo nos hemos convertido en los sujetos que somos. Dicha idea, ha alimentado el feminismo posestructuralista y ha permitido problematizar el devenir mujer.

En la introducción, Cazzu sostiene: “Desde que empecé a escribir canciones he querido construir en ellas a una mujer que represente lo que no nos atrevemos a ser. Creo que somos lo que decimos, eso construye nuestro universo, nuestro futuro y define quienes somos” (Cazzu, 2025). Rosi Braidotti propone la necesidad de la imaginación política feminista y cómo esto permite apostar por una nueva subjetividad feminista, poniendo en tensión la representación sobre el ser mujer y, propiamente, el ser una mujer de la vida real. Lo que Cazzu muestra en la introducción es la capacidad de desafiar el falogocentrismo que determina lo que las mujeres deben ser y la apuesta por reconocer a la mujer como genealogía corporizada capaz de preguntarse y constituir su propia subjetividad. Posteriormente, Cazzu hace referencia a una de las principales problemáticas a las cuáles se enfrentan las mujeres cuando intentan formar parte de los espacios públicos, a decir, el síndrome de la impostora. Cazzu sostiene: “mientras escribía, experimenté la ansiedad de equivocarme, de decir algo mal, de exponer ideas imperfectas que algún día pudieran llevar a que me señalen” (Cazzu, 2025). Y aquí Cazzu problematiza sobre la capacidad de entender la identidad como un proceso múltiple y en constante transformación. La identidad no tiene porqué llevar necesariamente a una identidad sintetizadora y perfecta, sino que es posible abrazar la diferencia con sus errores.

Otro aspecto de la introducción implica reflexionar sobre la cuestión de cómo triunfa la mujer, hecho que se ha encontrado muy presente en el análisis filosófico feminista. Adriana Cavarero (2024) tiene un texto titulado A pesar de Platón, en el cual expolia figuras clave de la filosofía griega, tales como Penélope, la sirvienta Tracia, Diotima y Démeter. Cuando Cavarero realiza el análisis de la figura de Penélope, señala una distinción muy tangible. Mientras que Penélope se asocia dentro de la tradición con cualidades como la fidelidad, la inteligencia y la paciencia, Ulises es asociado con la valentía y lo heroico. De una manera semejante, Cazzu concluye la introducción sosteniendo: “También me di cuenta de que los hombres construyen su poder a partir de sus victorias y éxitos. Nosotras, a partir de nuestras derrotas, de lo que la vida nos obligó a soportar, incluso de ellos mismos” (Cazzu, 2025). Así, Cazzu está haciendo un llamado a la necesidad de subvertir ese orden social masculino para poder reconocer nuestras victorias en nuestros propios términos.

Ahora, me parece que el libro de Cazzu no tiene relevancia únicamente en la medida en la que ayuda a subvertir la idea de devenir mujer, sino también en un mundo que cada vez se está volviendo más conservador y en el cual el retorno a las tendencias políticas derechistas con tintes neofascistas está promoviendo la idea de que las mujeres regresen a la cocina.

En el capítulo 4, Cazzu desglosa una entrevista que fue realizada a Vico C, mejor conocido como “El filósofo”. De hecho, ese es el subtítulo colocado en el libro para desglosar el análisis. En él se cita lo siguiente: “las mujeres cantantes, especialmente en el género urbano, se desvalorizan a ellas mismas. O sea, es como si se hubiesen rendido y hubiesen dicho a los cantantes varones “mano, me han dicho tanto perra y me han dicho tanto, que ok, pues entonces lo soy”” (citado en Cazzu, 2025). Cazzu critica el posicionamiento de Vico C, porque ella habla del doble estándar que se ha asignado al género urbano, particularmente al reggaetón y al trap. Aquí Cazzu coloca una serie de problemáticas, tales como ¿Quién es el sujeto que enuncia? ¿Desde dónde se enuncia? ¿Qué se enuncia? Es decir, es posible que los reggaetoneros y traperos tengan la capacidad de decir lo que quieran sobre las mujeres, porque el patriarcado lo permite, pero una mujer no puede hacerlo por sí misma, porque, entonces, se denigra.

Esta problemática lleva a Cazzu a abordar la cuestión de la sexualidad femenina, la cual históricamente se ha visto determinada por la norma. Cazzu muestra lo problemático que resulta que una mujer se dedique a cantar canciones que hablan de sexo. Desde su punto de vista, alude a una razón fundamental que es el mundo patriarcal. Cazzu cita nuevamente a Vico C quien dice: “Si eso sigue sucediendo es trascender una línea, que, si a nivel social esa es la línea, el mundo corre un peligro bien grande. Tu atacas a la mujer, tu atacas al hogar” (citado en Cazzu, 2025). La escisión del espacio público y privado ha sido una de las principales divsiones a partir de las cuáles el orden social capitalista ha podido reproducirse como sistema. El capitalismo configuró una división sexual del trabajo, en el cual la mujer ha devenido responsable del trabajo doméstico y de cuidados, mientras que el hombre ha sido reconocido como el único sujeto productor de valor (Federici, 2010). De alguna forma, el posicionamiento de Vico C está reproduciendo la ideología que sostiene a la modernidad capitalista, heteropatriarcal, racista y colonial.

La pregunta es cómo Cazzu trata de darle la vuelta al problema planteado por el filósofo. Y aquí es donde ella habla acerca del fronteo. Las personas que se encuentran familiarizadas con el género urbano, saben que el fronteo implica una actitud de supremacía y presunción, es una “actitud de superioridad, ese vanagloriarse por encima de los otros con mucho estilo y siempre tiene que ver con el aspecto económico” (Cazzu, 2025). En una parte del libro, Cazzu refiere a que en algún momento le han dicho que le mete como nene, haciendo referencia a que era buena y a que se podía ganar una posición en el género urbano. Y es en este punto, donde la autora refiere a la construcción de un alter ego que le ha permitido plantear como uno de los principales ejes el tema de la independencia financiera. Evidentemente, aquí surge la pregunta/crítica sobre sí las mujeres requieren masculinizarse para ganarse un lugar en la sociedad. Y en ese sentido, Rosario Castellanos en una entrevista sostiene que “nosotras no tenemos por qué tratar de igualarlos en la frustración”, refiriéndose a los hombres. Sin embargo, Cazzu hace una puntualización central al señalar que el fronteo no significa lo mismo para hombres que para mujeres por el simple hecho de que aún no hemos logrado alcanzar la paridad de género.

Hasta este momento, pareciera que la propuesta de Cazzu se ciñe meramente al aspecto económico. Sin embargo, yo la inscribiría en lo que en el debate feminista conocemos como política identitaria. Refiriendo nuevamente al alter ego, Cazzu habla de la independencia financiera y de buscarse una mejor vida, ya que está consciente de que el ámbito financiero también está trazado por relaciones machistas y patriarcales. Las letras de Cazzu no hablan del amor que tanto ha funcionado como dispositivo de dominación para las mujeres, sino del deseo de ser rica y de ser valiente. De hecho, en las últimas líneas sostiene: “mi camino ya no está marcado por los hombres”, subvirtiendo con ello el deseo del deseo del otro. Ella reflexiona: “nosotras alcanzamos nuestro prime, nuestro mayor éxito, nuestro valor propio y brillo máximo después de volver de la muerte, de las derrotas, de las peores heridas que la vida nos provoca por ser mujeres” (Cazzu, 2025). La autora apuesta por una subjetividad alternativa que desafía la visión falogocéntrica. Lo que Cazzu ha construido es una figuración propia de feminidad, con la cual podemos o no coincidir, pero que sin duda nos invita a desafiar los marcos desde los cuales devenimos mujeres.

Referencias

Cavarero, A. (2025). A pesar de platón. Figuras femeninas en la filosofía antigua. Barcelona: Galaxia Gutenberg.

Cazzu, J. (2025). Perreo. Una revolución. Penguin Random House Grupo Editorial Argentina. Kindle edition.

Federici, S. (2010). Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación primitiva. España: Traficantes de sueños.


*Andrea González Medina (Puebla, 1993) es socióloga y maestra en Filosofía por la BUAP. Doctoranda en Sociología en el ICSyH (BUAP). Docente de idiomas en el área CEU y DCyTIC de la Facultad de Lenguas (BUAP). Ha presentado ponencias a nivel nacional e internacional como en Uruguay, Costa Rica, Colombia, Ecuador y España. Participó en el Workshop “Transnational Sociology, a theoretical review from empirical studies” en la Ruhr Universität Bochum en Alemania. Ha colaborado como columnista en The Review Quality Post (TOEIC México). Ha escrito diferentes textos literarios en Punto de Partida UNAM, Blog Librópolis UNAM, El creacionista y delatripa. Cuenta con artículos científicos y capítulos de libro. Su publicación más reciente (2024) es: “Más allá del trabajo reproductivo: usos y potencialidades”. En Graffylia, Revista de la Facultad de Filosofía y Letras, 9(17), pp. 18-29. 

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