¡Comunidad! Hoy es un día que nos debe animar a tomar la responsabilidad que tenemos con nuestra casa común que es La Tierra. Por miles de años los modelos de desarrollo se han basado en el saqueo de los bienes naturales, en la colonización de los territorios ricos en biodiversidad y hábitats. Los países poderosos y ahora las translacionales siguen saqueando territorios que no les pertenecen, y convierten en producto mercantil la vida animal y vegetal.
Hoy, queremos hacer un llamado a vincular a nuestras prácticas feministas con el compromiso por habitar éticamente nuestra Casa Común y buscar alternativas desde lo pequeño y lo cotidiano, para evitar o contrarrestar el uso indiscriminado de los bienes naturales.
Históricamente, las mujeres se han unido para dar su palabra sobre las realidades que les aquejan, pero pocas veces se ha dejado registro de esos pensamientos y acuerdos. Hoy les queremos compartir este documento producido por mujeres de todo el mundo en la Cumbre Internacional de las Mujeres por la Tierra y el Clima en el 2013, en la cuidad de New York, USA: Sabemos que de manera regional, local y global hay muchas más iniciativas. Si conoces alguna iniciativa y quieres darla a conocer, ya sabes que Feminopraxis es tu espacio.
Por el momento, aquí esta Declaración para pensar y ¡actuar!
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Somos las madres y las abuelas, hermanas e hijas, sobrinas y tías, que estamos juntas para cuidar a todas las generaciones a través de nuestras profesiones, afiliaciones e identidades nacionales.
Somos profesoras y científicas, agricultoras y pescadoras, sanadoras y ayudantes, trabajadoras y empresarias, escritoras y artistas, responsables políticas y activistas, líderes y pensadoras. Trabajamos en los pasillos del poder, los pasillos de la fe y los salones de nuestros hogares.
Estamos reunidas para levantar nuestra voz y abogar por el Planeta Tierra reverenciando la narrativa cultural de «restaurar, respetar, reponer» y sustituir la narrativa de la «dominación, el agotamiento y la destrucción» de la naturaleza.
Estamos comprometidas con la transición de un futuro en peligro; hacia un futuro de esperanza, para reunir a las mujeres de todo el mundo articulando medidas dentro de todos los niveles hasta que se resuelva la crisis climática.
PREÁMBULO
El cambio climático está amenazando la vida como la conocemos dentro de nuestro único planeta. Nuestros hijos, nuestros nietos y todas las futuras generaciones están en peligro. Los sistemas naturales de los cuales todos los seres vivos dependen, están en riesgo.
Los gobiernos del mundo se han comprometido a evitar un aumento de la temperatura mundial de 2,0 grados centígrados. Sin embargo, las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) nos están llevando por un camino de un aumento de temperatura probable de hasta 4,0 C (7,2 grados Fahrenheit). Los científicos han advertido repetidamente que esto causará perturbaciones sin precedentes y a gran escala de los sistemas humanos y naturales, inseguridad alimentaria y de agua al igual que la pérdida incalculable de la vida.
Estamos viviendo eventos meteorológicos extremos más frecuentes, sequías, inundaciones y el desplazamiento de millones de personas alrededor del mundo.
Los compromisos internacionales y las respuestas de los gobiernos nacionales no han sido equivalentes a la escala de urgencia, donde las comunidades locales se llevan la peor parte.
La humanidad se encuentra en una crisis – en una urgente y peligrosa crisis climática, alimentada de carbono. Esta crisis no es sólo una realidad científica, pero también exige el imperativo moral de actuar inmediatamente. Las generaciones futuras dependen de nuestra capacidad para resolver el cambio climático antes de que sea demasiado tarde.
Ahora es el momento para marcar el comienzo de un futuro sostenible.
Entre los sectores más vulnerables al cambio climático están las mujeres, los pueblos indígenas y quienes viven en la pobreza extrema. La alteración del clima, incluidos los desastres y sus efectos duraderos, está poniendo en peligro los medios de vida y el bienestar en todo el mundo.
El consumo y la producción insostenible, invierten los beneficios del desarrollo en el Norte y en el Sur: Las mujeres y hombres de los países industrializados tienen la responsabilidad de educarse a sí mismos, examinar su visión del mundo, comprometerse a la acción y dar el ejemplo.
Ninguna persona, organización, comunidad, provincia, región o nación es capaz de resolver el problema del cambio climático por sí solo. Por lo tanto este es el momento donde se necesita como nunca antes lograr una cooperación a nivel global.
Estamos juntas para exigir una transición justa y necesaria de combustibles fósiles hacia energías renovables, reducir el consumo en nuestras familias y comunidades, y para empezar un estilo de vida de alta calidad y con una baja huella de carbono.
Estamos juntas para abarcar una nueva forma de vivir unos con otros y con el planeta Tierra.
Tenemos que elegir entre un camino de continuo peligro o un camino de justicia climática con un futuro energético seguro y limpio. Podemos y debemos unirnos como mujeres para tomar medidas basadas en responsabilidades comunes pero diferenciadas para lograr la sostenibilidad.
Debemos actuar ahora por nosotras, por las futuras generaciones y por todos los seres vivos que habitan en la Madre Tierra.
DECLARACIÓN
Nos hemos reunido de diversas culturas y procedencias.
Nos hemos reunido de distintas nacionalidades, religiones, familias y profesiones.
Nos hemos reunido en defensa de nuestros hijos, nietos y las generaciones posteriores.
Nos hemos reunido en defensa de los animales, las plantas y los sistemas naturales que están bajo asedio.
Nos hemos reunido en solidaridad para hacer crecer el movimiento global de mujeres para plantear medidas climáticas y soluciones sostenibles.
Nos hemos reunido para poner al mundo sobre aviso de que las mujeres vamos a tomar medidas dentro de todos los niveles para evitar la trayectoria hacia los 4 grados centígrados (7,2 grados Fahrenheit) de aumento de la temperatura global.
Nos hemos reunido para garantizar el respeto de la soberanía de las comunidades para que puedan diseñar y determinar su propio destino hacia un futuro próspero.
Nos hemos reunido para tomar medidas y trazar un nuevo rumbo.
La ciencia es clara. No hay más debate. El momento de actuar es ahora.
Vamos a responder al incremento de la vulnerabilidad de la humanidad con un mayor compromiso.
Sabemos que mientras las mujeres son las más afectadas negativamente por la alteración del clima, también son clave para la creación de soluciones climáticas.
Estamos juntas apoyándonos en la creación de un Movimiento de Mujeres para una Acción Climática Global.
Nosotras, las abajo firmantes, hacemos un llamado a nosotras, a nuestras comunidades y a nuestros gobiernos a:
Cancelar planes futuros para empezar nuevas iniciativas basadas en carbono y frenar la deforestación con el fin de reducir las concentraciones atmosféricas de CO2 y reducir los niveles por debajo de 350 ppm.
Apartarse del desarrollo peligroso y sucio basado en combustibles fósiles; centrales eléctricas que funcionan a base de la quema de carbón, extracción de petróleo de esquisto mediante la fractura hidráulica (fracking), extracción de petróleo en aguas profundas y arenas bituminosas, y eliminar lo más pronto posible las subvenciones a los combustibles fósiles.
Ponerle precio al carbono e implementar las comisiones sobre carbono y el impuesto sobre sus transacciones financieras.
Llamamos a la acción urgente antes de 2020, con el fin de acelerar la eliminación de la contaminación de gases de efecto invernadero y para cerrar la brecha entre la ciencia y las promesas nacionales, para lo cual es necesario tomar medidas dentro de todos los niveles, desde las bases hasta las Naciones Unidas.
Negociar y ratificar un tratado climático internacional vinculante de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para reducir las emisiones de carbono.
Priorizar en los fondos climáticos existentes dentro de la CMNUCC, fondos de adaptación para la instauración de comunidades resilientes para las poblaciones más afectadas por el cambio climático.
Aumentar los fondos disponibles para la adaptación y asegurar que grupos comunitarios, incluidos los grupos de mujeres, tengan acceso directo a fondos de adaptación.
Invertir en una revolución energética con una expansión masiva y rápida de la conservación, la eficiencia energética y la energía segura para:
- implementar de forma radical las normas de eficiencia y
- generar el 100 % de toda la nueva electricidad a partir de energías renovables
- incentivando la conservación y la reducción del consumo, especialmente en el Norte Global.
Reconocer que la transición a las energías renovables no justifica ni requiere un aumento masivo de mega represas hidroeléctricas, biocombustibles o grandes plantaciones de monocultivos de biomasa que causan desplazamiento, inseguridad alimentaria, violaciones de los derechos humanos y deforestación a gran escala.
Dar prioridad a la protección de bosques silvestres y aumentar los fondos para la reforestación de bosques nativos.
Rechazar los proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de sistemas de tecnologías de alto riesgo que generan daños irreversibles a la salud humana y planetaria como las arenas bituminosas, el gas de esquisto, la energía nuclear y los proyectos de geoingeniería.
Aceptar y aplicar las responsabilidades comunes pero diferenciadas para resolver la crisis climática entre el Norte y el Sur global.
Implementar nuevos indicadores y estructuras que fomenten la sostenibilidad, el Buen Vivir (vivir bien), y abandonar los modelos de crecimiento económico sin límites ecológicos.
Reconocer que la disponibilidad de agua dulce del planeta está en peligro y que el abuso, la sobreexplotación y el desplazamiento de agua es una de las principales causas del caos climático. Un plan consistente para conservar, proteger y restaurar las cuencas hidrográficas del mundo y reconstruir la salud de los ecosistemas acuáticos es esencial para la recuperación de la estabilidad climática.
Tomar medidas para proteger uno de los sistemas esenciales para el soporte de la vida – los océanos del mundo – y como punto de partida; proteger mediante reservas y santuarios marinos el 20 % de los océanos del mundo para el 2020 y 40% para el 2040.
Cumplir con los acuerdos internacionales existentes en materia de igualdad de las mujeres y sobre cambio climático;
- velar por la implementación de políticas y programas de cambio climático tomando en cuenta la perspectiva de género.
- asegurando que todos los mecanismos de financiamiento del clima incluyan los principios acordados internacionalmente en materia de igualdad de género, derechos humanos, la no discriminación y el empoderamiento de la mujer
- reconociendo que incluir las cuestiones de género dentro de las políticas climáticas benefician tanto a los hombres, a las mujeres, a los niños como al planeta.
Respetar y aprender del conocimiento ecológico tradicional, la sabiduría y la experiencia de los pueblos indígenas del mundo.
Respetar y aplicar los derechos de la mujer, los derechos de los pueblos indígenas, los derechos de la naturaleza y los derechos de las futuras generaciones.
Tomar acción individual sobre una base diaria para evitar el caos climático y poner en práctica soluciones a todos los niveles.
Esta es una llamada de atención a todas las mujeres y los hombres del mundo.
Por favor, únete a nosotras compartiendo esta Declaración y mediante la adopción de medidas urgentes para frenar el cambio climático y encontrar soluciones sostenibles.
Esta Declaración fue ratificada por las delegadas de la
Cumbre Internacional de Mujeres por la Tierra y el Clima
Nueva York, EE UU. 20 al 23 de septiembre del 2013