Por: Lara Fernández*
no te preocupes querida
es normal el dolor de la cicatriz
que te cruza desde el bazo hasta la médula
y pasa por cada membrana y célula
de tu sofisticado cuerpo
la forjaron todos los dioses hegemónicos
la forjaron con dientes de medusa
y huesos de latón
desde tu nacimiento
desde incluso antes de tu nacer
ya estabas inevitablemente destinada a ella
es la misma que tuvieron las que te dieron leche con pan y azúcar
y te incubaron en lazos de cartulina
y te enseñaron a digerir con los intestinos cerrados
la escondieron entre pucheros
y morteros de mantequilla
y la curaban con acetona
ahora tú duélete con respiro
apriétate los órganos que fueron infectados
con los gritos de los escuerzos amarillos
deja que corra la sangre hasta la boca
deja que corra y agriete cada poro
que te disuelva las carnes viejas y doloridas
estrújate las arterias
que no quede ni orza ni barro
ni sota ni rey
respírate
*Lara Fernández Delgado es andaluza (Úbeda, 1985). Mecida en un capazo de esparto sobre la nieve, creció en Orcera (Jaén), gato a gato, rodeada de música y libros. Amplió sus estudios de filología (UJA) en la Universidad de Ostrava (República Checa) y en Appalachian State University (Carolina del Norte, USA). Ha trabajado como cooperante en la enseñanza de lenguas en Azrú (Marruecos). Es profesora y reside entre el Albayzín y el Sacromonte (Granada) donde lleva una doble vida: una cuesta arriba y otra cuesta abajo.
Su poesía es una respuesta a las coordenadas del siglo y sus horrores. Denuncia el sistema que nos conduce a ninguna parte. Trata de situar, desde la voz, la injusticia del verbo. Duda de la épica, de la espuma de afeitar, pero también de la ética, de la esencia que diluye una bolsita té en una pecera.
El feminismo no trata de la otra mitad. No es un segmento, un porcentaje, una medida, una frontera. No es parte. Ni mucho menos moneda. Es inteligencia. La poética de Lara, sus versos, nos llevan a pensar que se desprecia lo que se ignora.
**La imagen que acompaña esta poesía es de @lovez_illustration
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