Alianzas Femeninas en Grey’s Anatomy

Por: Estefanía Alarcón Nava*

SUMARIO: Grey’s Anatomy es una serie protagonizada por mujeres muy diferentes entre sí con una meta en común: ser las mejores cirujanas; la sororidad se vuelve un elemento valioso para cumplir esa meta.

A finales de los noventa empezaron a surgir películas y programas televisivos cuyo contenido estaba dirigido al público femenino, pero que no abordaban desde una postura crítica los problemas de las mujeres. Un ejemplo de esto son Sex and the City y Desesperate Housewives, que en un principio intentaron mostrar la idea de una nueva mujer en el siglo XX: independiente, con una vida sexual placentera de la que hablaban sin tapujos, y una carrera profesional exitosa. Al final estas series no alcanzaron a reflejar los cambios que estaban experimentando las mujeres gracias al feminismo. Sus personajes femeninos encajaban dentro de estereotipos y seguían reproduciendo un pensamiento machista. Afortunadamente, cada vez surgen más programas protagonizados por mujeres que ofrecen una propuesta diferente. Éste es el caso de Grey’s Anatomy, producida por Shonda Rhimes. 

Esta serie nos muestra el camino que deben seguir internos y residentes para convertirse en cirujanos exitosos, y cómo en el proceso también deben aprender a balancear su vida profesional con la personal. No voy a mentir. Como seguidora, confieso que en distintas ocasiones me he cuestionado por qué la sigo viendo, pues, a menudo, parece que los enredos amorosos acaparan la historia por completo. Me tomó un tiempo descubrirlo: pocos programas como éste le conceden una voz propia a las mujeres dentro de un entorno laboral complicado, como lo es el médico. 

A lo largo de 14 años que lleva al aire Grey’s Anatomy, hemos visto a los personajes femeninos abrirse paso en un sistema generalmente regulado por hombres. Y es en la temporada 15 cuando logran desbancarlos. Mujeres fuertes y brillantes están a cargo de los puestos más importantes dentro del hospital. Pierce es la jefa del departamento de Cardiología, Amelia de Neurología, Meredith es jefa de cirugía y Bailey dirige todo el hospital. Además de su esfuerzo y dedicación, poco suele repararse en el hecho de que si ellas llegaron hasta ahí fue, en parte, gracias al apoyo y la motivación de otras mujeres. Es decir, la sororidad se convierte en el vínculo más poderoso que existe entre los personajes femeninos. 

Pero basta con remontarnos a las primeras dos temporadas para comprobar que eso no siempre fue así. La mayoría de las ocasiones, los personajes compiten entre ellos por conseguir la mayoría de las cirugías, a veces sin tomar en cuenta si uno está más capacitado para llevar a cabo determinado procedimiento que el otro. En esta competencia encarnizada apremia el egoísmo y un deseo constante de ser el mejor de los internos a costa de lo que sea. 

Por otro lado, más allá del círculo conformado por Meredith, Izzy y Cristina, no se ahonda mucho en las interacciones entre los personajes femeninos, y la pocas que se presentan se ven opacadas por los chismes y las críticas. Tomemos por ejemplo cuando Callie se integra a la historia como novia de George. Al principio, las amigas del interno intentan sabotear su relación amorosa criticando la forma de ser de la doctora en Ortopedia. ¿Celos? Tal vez. 

Conforme avanzan las temporadas se puede notar un cambio en la representación de las mujeres que, me parece, también está relacionado con la evolución y el crecimiento de las protagonistas. Se exploran nuevas formas en que los personajes se relacionan y los lazos femeninos se fortalecen. Esto da como resultado una red basada en la empatía, el respeto y la admiración. Aunque las internas aún compiten por ganar cirugías, ya no hay una necesidad por opacar a la otra, sino un deseo conjunto de superarse y de crecer profesionalmente.  

 

En una cultura patriarcal que enseña a las mujeres a renunciar a su individualidad cuando comienzan una relación amorosa, vale la pena destacar el lugar que ocupan las amigas en la vida de las cirujanas. Con frecuencia, vemos a las protagonistas anteponer la amistad a sus parejas. La relación más emblemática, y quizá la más fuerte dentro de la historia, es la de Cristina y Meredith.

Sin importar los problemas, peleas o desacuerdos que llegan a tener, encuentran la manera de entenderse y perdonarse. Esta amistad sórica es, de hecho, la impulsa a Meredith a no cometer uno de los peores errores de su vida: dejar su trabajo en el hospital Grey Sloan Memorial por seguir a Derek, su esposo, en Detroit. En uno de los capítulos más intensos de la temporada 10, Cristina, antes de marcharse a Suiza, se despide de su mejor amiga con unas palabras que son determinantes para su destino: “Eres una cirujana talentosa con una mente extraordinaria. No dejes que lo que él quiere eclipse lo que necesitas. Es muy encantador, pero no es el Sol. Tú lo eres.” Tras una discusión con su pareja, Meredith decide quedarse en Seattle, donde está su trabajo, su familia y amigos. En pocas palabras: se “elige”.

Dentro de las alianzas femeninas que se presentan, ya sea en forma de amistad, amor o hermandad, hay una que es crucial para garantizar el éxito de los personajes femeninos en su carrera profesional. Me refiero a aquella que surge cuando las doctoras con más experiencia fungen como mentoras de las residentes y las internas. Estas relaciones son de las más complicadas porque los personajes suelen desafiarse entre ellos, o bien, porque tienen personalidades muy diferentes. Éste es el caso de Teddy —jefa del Departamento de Cirugía Cardiotorácica— y Cristina. Entre las doctoras hay una complicidad que sobrepasa la tradicional relación alumna-maestra. Desde su primera cirugía juntas, Teddy reconoce el talento de Cristina, pero sabe que su carácter prepotente le impide pensar con claridad en momentos cruciales. Por eso intenta que sus enseñanzas vayan más allá del quirófano. Además de los conocimientos médicos que la cirujana cardiotorácica le transmite a la residente, también le enseña a ser más humilde y empática con los pacientes. Así es cómo, gracias a su mentora, Cristina alcanza su mayor potencial. 

Grey’s Anatomy es una serie que pone al descubierto, desde una perspectiva de género, problemas relacionados con el sexismo, el racismo y la inequidad laboral. No quiero decir con esto que porte la bandera feminista, pues para ello hace falta hacer un análisis más minucioso.

Lo importante es el mensaje y la imagen de mujeres que transmite. Necesitamos más historias como ésta que nos enseñen otras formas de relacionarnos, de crear comunidad —sin importar cuán diferentes seamos— con nuestras compañeras de trabajo, amigas y familiares. 

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*Estefanía Alarcón Nava. México. Escribo en mis tiempos libres, para entenderme, para sanarme. Puedes seguirme en: @EstefaniaAN26

 

 

 

 

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