*Por Dánae Fonseca Azuara.
En medio de la vorágine que vivimos, con pandemia y vacuna de por medio, nos despertamos un día de octubre del 2020, con una noticia que nos llenaba de esperanza los corazones: el Ejército Zapatista de Liberación Nacional saldría de sus territorios, se embarcaría en un viaje alrededor del mundo y la primera parada sería Europa. Las compas vendrían a “encontrar lo que nos hace iguales” nos decían en el comunicado “Una montaña en altamar”[1]. Además, las zapatistas no vienen solas, a la delegación del EZLN se suma una delegación del Concejo Nacional Indígena y del Frente de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala.

Fotograma del vídeo de Enlace Zapatista, «La zapaplancha»
Muchas de nosotras leímos el comunicado con mucha emoción, al mismo tiempo que con angustia cuando pensamos que las compas zapatistas atravesarían el Atlántico en plena pandemia mundial. Pero es justamente ahora, en medio de la pandemia, que la visita de la delegación del EZLN es más que necesaria. Llevamos casi un año viviendo una situación sanitaria y social que ha exacerbado y mostrado las desigualdades sociales ya existentes. La crisis ha puesto sobre la mesa lo que desde hace años vienen diciéndonos las compas zapatistas: organícense. La necesidad de organizarnos, abajo y a la izquierda es hoy más que nunca necesaria. Desde distintas geografías y partes del mundo hemos escuchado ya las voces que gritan que “no por estar en nuestras casas nos vamos a callar, a desmovilizar”; necesitamos estar juntas y organizadas para plantarle cara a este sistema de muerte que nos quiere en las calles para trabajar, pero no para luchar. Hemos visto el metro por las mañanas lleno de gente, sin distancia, sin mayor prevención que la mascarilla, y también hemos visto a los movimientos sociales criminalizados por salir a las calles.
Desde su surgimiento, pasando por La Marcha del Color de la Tierra, la Otra Campaña y, especialmente desde el año 2016, el EZLN nos ha reiterado que debemos organizarnos, que la lucha es colectiva. A través de aquel comunicado de 2017, nacido en período electoral en México, leímos, también con sorpresa y emoción, que habría una vocera miembro del Congreso Nacional Indígena que se registraría como candidata independiente para la contienda presidencial en México. En ese comunicado, las compañeras zapatistas nos llamaban a organizarnos. El objetivo de la candidatura no era la presidencia, su apuesta iba más allá, como nos decían:
“Ratificamos que nuestra lucha no es por el poder, no lo buscamos; sino que llamaremos a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarnos para detener esta destrucción, fortalecernos en nuestras resistencias y rebeldías, es decir en la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio”[2].
Al mismo tiempo, se desarrollaba cada vez más la propuesta del Concejo Indígena de Gobierno, que por primera vez creaba un verdadero espacio donde los pueblos originarios encontrarían un espacio de reflexión y de solidaridad para fortalecer sus luchas, todo ello con sus propias formas de organización, de representación y toma de decisiones.
En aquél momento, atendiendo al llamado zapatista, quienes hemos seguido de cerca el zapatismo nos empezamos a organizar, a buscar más gente, a crear organizaciones y colectivos y a escucharnos. Aquí en Madrid, el trabajo que hicimos para recabar las firmas para inscribir como candidata independiente a María de Jesús Patricio, la vocera, fue frenético, emocionante y movilizador, un rayo de esperanza que se abría entre las grietas. Fuimos creando redes poco a poco a través de la actividad de las firmas y de nuestra vocera Marichuy. Y ahora con esta visita histórica del EZLN a Europa en 2021 reiteramos que necesitamos fortalecer esos puentes, tejer más redes y organizarnos. La delegación viene a acompañar las luchas que hay en la Europa de abajo y a la izquierda. Las zapatistas vienen a escucharnos y a contar su lucha, porque al final nuestra lucha es una misma: la lucha por la vida.
Uno de los aspectos más emocionantes de la visita de las compañeras a Europa es que la mayoría de la delegación está integrada por mujeres, muchas de ellas milicianas. Las mujeres zapatistas han sido un referente para quienes luchamos por vivir seguras, para quienes creemos que el hecho de ser mujer no equivale a una sentencia de marginación y muerte. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional tiene como base fundamental a las mujeres zapatistas quienes desde antes del alzamiento impulsaron la Ley Revolucionaria de Mujeres. Esta Ley es uno de los documentos fundamentales del zapatismo y fue publicada al mismo tiempo que el documento que llamaba a enlistarse al ejercito zapatista en el periódico “El Despertador mexicano” en aquel 1993. Durante meses la Comandanta Ramona y la Comandanta Susana consultaron a las mujeres en las comunidades, les contaron en que consistía esta Ley y el movimiento. Gracias a la lucha de estas mujeres, el zapatismo se consolido con una presencia y participación de mujeres desde sus inicios. Es por eso que ahora, recibirlas aquí, escucharlas, conocer su historia es importantísimo e impostergable para quienes estamos hartas de escuchar que otras cosas se tienen que resolver primero, antes que nuestra sobrevivencia.

Así, ahora que las compañeras zapatistas vienen a vernos a nosotras acá, a todas aquellas que no hemos podido ir para allá, queremos seguir sus palabras, de las que tanto hemos aprendido, movilizarnos y tejer redes. Estamos en marcha construyendo un encuentro, al estilo zapatista, para encontrarnos entre nosotras y con la delegación que viene a Europa. La propuesta parte de que creemos que es tan importante tanto la parte logística como la agenda política común para recibir a las compañeras zapatistas. Queremos compartir nuestras dificultades, aprendizajes, victorias, coyunturas y diferencias también. Saber quiénes somos, cómo y dónde estamos. Nos estamos organizando ya en torno a 7 ejes transversales y no excluyentes que integran nuestras diferentes luchas en Madrid: derechos sociales; luchas antirracistas; internacionalista y decoloniales; memoria histórica y libertad de expresión, transfeminismos, arte, cultura y medios de comunicación, defensa de la tierra y el territorio y, trabajo y migración.
Estamos a punto de vivir un momento histórico, para las luchas de para el zapatismo abajo y a la izquierda en Europa y para todas aquellas que queremos movilizarnos. Como lo dijo Esperanza:
“La problema no es entonces llega, sino hacerse un camino. Que sea si no hay camino, pues hay que hacerlo, porque si no, cómo” (Tercera parte: la misión[3] ).
Entonces ya, estamos construyendo un camino que es necesario y urgente y lo hacemos siguiendo a las compañeras zapatistas que van hasta adelante con una lucecita prendida.
[1] http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2016/10/14/que-retiemble-en-sus-centros-la-tierra/
[2] Comunicado del EZLN “Una montaña en alta mar”, del 5 de octubre de 2020, http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2020/10/05/sexta-parte-una-montana-en-alta-mar/
[3] http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2020/12/22/tercera-parte-la-mision/
*El colectivo YRetiemble Madrid, es un espacio de apoyo al EZLN y el CNI en Madrid surgido en 2017, sus integrantes vienen de diversos colectivos que han estado acompañando la lucha zapatista desde el primer momento. IG: @yretiemble ; TW: @YRetiemble, FB: @YRetiemble Madrid.
Hola compas,
acausa de la pandemia seria mejor de hacer una proxima escuelita via seminarios zoom en el internet.Tambien son menos costos de viaje,menos contaminacion y ustedes pueden usar el dinero europeo para proyectos de infrastructura,casas mujeres,escuelas,puestos de salud etc.
saludos cordiales
conny claves
XR Alemania
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