Selena, icono del feminismo chicano.

Selena Quintanilla, mejor conocida como la Reina del Tex-Mex no ha muerto. Diversos colectivos feministas fronterizos y transfronterizos entre México y los Estados Unidos, la han resignificado. Conocida en el medio del espectáculo por la fuerza de su voz, comenzó su carrera desde muy pequeña: cantaba música regional mexicana en su natal Corpus Christi, Tx. Junto a sus hermanxs, formó una banda: Selena y los Dinos. Poco a poco fueron ganando fama regional y después al estrenarse la canción Como la Flor, ganó un Grammy en 1994, alcanzando con Amor Prohibido, un éxito sin precedentes. Su asesinato fue a manos de su mejor amiga por cuestiones de administración financiera, fue una gran perdida, aunque desde la cárcel, se dice que el padre de Selena tuvo mucho que ver…

En 1995 Selena dejo su lugar, pero su legado ha sido importante para una generación de

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Imagen tomada de Instagram: @muchachafanzine

jóvenes mujeres que en la década de los 90’s y posteriormente, han reflexionado sobre su identidad mestiza. Selena fue una mujer con mucho talento porque no solo era cantante y compositora; también fue empresaria y diseñadora de ropa, aunque en su momento los medios de comunicación masiva, se encargaron de difundir una imagen sexualizada de la reina de la tecnocumbia, y la comparaban con Madonna por el tipo de vestuario que usaba en sus espectáculos. Pero las feministas chicanas se han encargado de deconstruir esa imagen de la apropiación del cuerpo femenino, para rescatar de Selena la ternura, el coraje de expresarse a si misma, reivindicar que Brown is Beautiful y que las mujeres de raíces mexicanas son unas !Chingonas!  y luchonas.

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Imagen tomada de Instagram: @muchachafanzine

De hecho, para algunas feministas chicanas la canción Amor Prohibido, la entienden como un reto a la cultura patriarcal, clasista y racista. Es la historia de un hombre rico y una mujer pobre que no pueden vivir su historia de amor por la diferencia de clases, por lo que la canción reivindica que el amor debe ser vivido sin esos condicionamientos sociales. Con la canción No me vuelvas a llamar, es un alto al machismo disfrazado del amor romántico.

Así, Selena es un icono de la interseccionalidad chicana, icono de descolonizacion , un modelo de los roles públicos y creativos de las mujeres mestizas donde las diosas aztecas Coatlicue (de la fertilidad) y Metztli (diosa de la luna, de la noche), junto a la virgen de Guadalupe, Las Adelitas, Frida Kahló, La Doña (María Felix) y ahora Jenny Rivera, son retomadas junto a Selena para ubicar el hilo de memoria y resistencia de las Brown chingonas women.

Aquí un link de sus canciones