Guerrilla Girls

La década de 1980 diversificó de manera clara los feminismos. En el contexto norteamericano, mujeres de color como Angela Davis, Audre Lorde, Gloria Anzaldúa, por ejemplo, comenzaron a publicar sus ensayos-biografías donde cuestionaron el discurso feminista del privilegio blanco. Estas escritoras comenzaron una reflexión que aún no termina: no hay una sola forma y discurso de ser feminista, porque el racismo, el sexismo, los modelos heterosexuales, la clase social, el estatus migratorio, la educación y las creencias, como los derechos, no se viven de la misma forma entre mujeres blancas y mujeres de color, y por más que apelemos a un discurso universalista, la realidad es distinta.

Mientras corrían las ideas, un grupo de mujeres artistas y críticas de arte coincidieron en señalar que el arte occidental concentrado en galerias, museos y su consumo en diversos formatos (postales, llaveros, souvenirs, etc.) estaba cargado de sexismo por la temáticas, marcado por estereotipos e instrumentalizaciones de los cuerpos femeninos. Y por si fuera más, entre los creadores, no había mujeres y mucho menos mujeres aborigenes, negras, chicanas, asiáticas, y mujeres de todo ese crisol cultural norteamericano. Como forma de protesta y autorepresentación, surgieron las Guerrilla Girls. Ellas se asumen como mujeres de diversos backgrounds y que desde su exclusión en esos espacios, no buscaron ser incluidas, sino señalar y protestar por esa invisibilidad de las mujeres de sus comunidades. ¡El arte es política y es poder! Entonces, decidieron salir a las calles, crear arte urbano, a la vista de todxs y para concientizar de lo que sucede dentro del mundo del «arte». Su discurso a lo largo de casi treinta años sigue siendo interseccional, antisistema y antisexista. Los rostros de esas 5 mujeres, que a veces se presentan por parejas, siguen siendo un misterio, aunque una de ellas lleva por sobrenombre Frida Kahló.

En noviembre del año pasado, tuve la oportunidad de participar en uno de sus talleres en el Tate Modern, Londres. Fue un taller de crear nuestras propias ideas de cómo resistir y cómo el arte puede ser un arma de transformación, sobre todo en el contexto del Brexit y la era Trump, que si bien en este lado lado del charco está generando mucho temor e incertidumbre, en México, creo, no estamos exentas. Me gustó la idea de señalar cómo la industria de la música también está plagada se sexismo y cómo le dan respuesta estas señoras de Guerrilla Girls.

Aquí les dejo el link a su página web: http://www.guerrillagirls.com

Una entrevista con subtítulos al español, hecha por Luchadoras cuando las Guerrilla Girls fueron a México: https://www.youtube.com/watch?v=Z_mk1PUzMWQ&t=2901s

Y una fotogalería del intercambio que hicimos en el Tate:

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 -Jael de la Luz