Hoy es el día de la Salud Mental y de alguna forma la salud mental se ha relegado a un rincón, cada vez que desea salir para decir que está presente o tendría que estarlo se ve envuelta de millones de mitos y tabúes que la vuelven a relegar a ese rincón.
¿Por qué consideramos importante hablar de ella? la respuesta es sencilla: también existe la violencia psicológica de género, misma que es invisible en cuestiones legales y en lo cotidiano. En Jalisco, el Centro de Justicia para la Mujer atiende 412 casos al mes de ellos, los servicios más solicitados son consejerías con 11,061 casos y terapia psicológica con 6,188 casos (1); de acuerdo a la Secretaría de Salud del Estado la agresión más frecuente es la psicológica con un número de 4 mil 551 casos. En México 46.1% de las mujeres entre 15 y más años ha vivido violencia psicológica (2).
Marcela Lagarde ha descrito en bastantes escritos cuál es el principal motivo de que la violencia de género se practique y es generar el miedo suficiente para que las mujeres no podamos desarrollar nuestras capacidades ni ejercer nuestros derechos de manera plena. La violencia psicológica de género es ideal para cumplir esta función y sin embargo; es la más invisible ante la sociedad pues parece que si no se ve no puede matar.
Pensemos por un momento ¿cuántas veces hemos pasado por alto un insulto?, ¿cuántas veces hemos pensado «mejor no» ante una situación como salir a la calle de cierta manera?, ¿cuántas veces se te ha juzgado por tu cuerpo propiciando la inseguridad respecto al mismo? o ¿cuántas veces has estado en una relación donde los celos están presentes? Todas estas formas y muchas más son manifestaciones de violencia psicológica (aclarando que las violencias son trasnversales por ello vivimos más de un tipo al mismo tiempo) misma que va destruyendo la salud mental que poco a poco podemos ir construyendo.
El amor propio forma parte de ese cobijo que nos brinda seguridad, tan necesaria en tiempos de machismo. Las mujeres hemos sido educadas para no amarnos y, por ende, a no poner límites bajo nuestras condiciones y definiciones de respeto. Una mujer que se ama es capaz de decidir en su vida, de no atarse, de decir fuerte y claro basta de… eso es parte de la salud mental y, para la sociedad, es sinónimo de ser egoísta y dignas de repudio.
Cuidarnos es la pieza clave para mantenernos fuertes y parte del cuidarnos es crear redes sororales que nos ayuden cuando necesitemos tomar un descanso. Cuidar este aspecto en nuestras vidas también puede convertirse en un acto revolucionario y antipatriarcal, pues amarnos como somos y construirnos como deseamos ser es algo que no beneficia ese miedo que quieren inculcarnos, al contrario, lo va erradicando.
(1)Larios, R. (2015, diciembre 29). Centro de Justicia para Mujeres atiende a 412 usuarias al mes. El Universal. Recuperado el 20 de abril del 2016 de http://m.unionjalisco.mx/articulo/2015/12/29/seguridad/guadalajara/cent ro-de-justicia-para-mujeres-atiende-412-usuarias-al-me.
(2) Ramos, G. (2015, diciembre 24). #Noche de paz, días sin violencia para las Mujeres. Crónica Jalisco. Recuperado el 20 de abril del 2016 de http://www.cronicajalisco.com/notas/2015/58422.html.