*Por: Jael de La Luz
En América Latina, México ocupa el segundo lugar de crímenes de odio contra personas trans, o transfeminicidios, por debajo de Brasil. (1) Estos crímenes se deben a la falta de reconocimiento que deberían tener como personas, y a la nula atención que autoridades en todos los niveles de gobierno prestan a los derechos de las personas trans y no binarias. La estigmatización y el odio que la sociedad expresa a la comunidad trans (incluso colectivas feministas) es por la falta de información, por el miedo a lo desconocido que escapa de la normalización, por las relaciones de poder jerarquizadas, y por la violencia de género estructural histórica que invisibiliza la presencia y luchas de personas que no se asumen desde un esencialismo como “hombres” y/o “mujeres”.
La desinformación de las identidades trans por los medios de comunicación masivos, caricaturizan o deshumanizan, lo mismo que los discursos conservadores y esencialistas que abandera gente en posiciones de poder, y por lo tanto sus palabras, gestos y posiciones, generan opinión pública.
En este contexto donde la muerte de cuerpos feminizados se ha normalizado tanto en nuestra sociedad y ante el avance de proyectos supremacistas fascistas cisgéneros como los que impulsa el gobierno de Donald Trump de desconocer los derechos civiles de la población trans en los Estados Unidos (2), o las opiniones personales de la actual Miss Colombia Valeria Morales y la ex Miss Universo mexicana Lupita Jones, quienes expresaron a inicios de este mes que la participación de la Miss España (una mujer transgénero) en el próximo concurso Miss Universo 2018, no se dará en condiciones iguales, pues «no es lo mismo competir con mujeres que nacieron biológicamente mujeres» (3), me hace pensar en la urgencia de apostar por un feminismo decolonial, interseccional y transinclusivo.
Entendiendo el lenguaje
El sexo, hablando biológicamente, hace referencia al aspecto físico de los genitales asignados al nacer que caracterizan a las personas como femenino (las mujeres nacen con «vagina») o masculino (los hombres nacen con «pene»). El género es la construcción social y cultural que se ha asignado históricamente a varones y a mujeres en asociación con su sexo biológico. Por su parte, la identidad de género es la vivencia de las personas tal y como la sienten, por lo que puede o no corresponder con el sexo asignado al nacer. La expresión de género es cómo nos mostramos al mundo a través de nuestra personalidad, nuestro lenguaje, nuestros comportamientos, nuestras opciones políticas. Por su parte, la orientación sexual es la atracción física, erótica, sexual, libidinal, afectiva, intelectual y espiritual que sentimos hacia otra u otras personas.
A qué nos referimos cuando hablamos de privilegio cisgénero
Cuando hablamos de cisgénero y/o cisexual nos referimos a las personas que asumen el género que les fue asignado al nacer (masculino o femenino) y a lo largo de su vida se sienten satisfechas con que su sexo biológico (vagina o pene) concuerde con el género y con la identidad sexual asumidos (heterosexualidad), y que su cuerpo, costumbres y maneras de mostrarse ante el mundo lo reafirmen. En cambio, cuando hablamos de personas transexuales,
“el prefijo “trans” refiere a quien está en un proceso, en una transición —mediante intervención médico-quirúrgica— desde su sexo «natural» hasta el sexo con el que se siente cómoda. En cambio, una persona cisexual será aquella que no ha pasado por este proceso de reasignación: su genitalidad la acompaña desde su nacimiento —le fue asignado «biológicamente»— y con ella se siente satisfecha.” (4)
Esta idea de satisfacción, permite que hombres y/o mujeres cisgénero normalicen y universalicen sus experiencias personales de sexo, género, identidad y expresión de género, así como su orientación sexual. El privilegio cisgénero normaliza la heterosexualidad y no reconoce la existencia de la diversidad sexual y la diversidad de identidades sexuales.
Entendiendo el privilegio y las opresiones que produce
El privilegio es la ventaja de superioridad que se tiene dentro de un sistema social jerarquizado. Usualmente el privilegio, dentro de la propuesta del feminismo interseccional, se relaciona a las políticas identitarias para señalar que tanto las opresiones como los privilegios están interconectadas, pero éstos no los viven de manera igual todas las mujeres y sociedades. Por ejemplo, dentro del feminismo, reconocemos que TODAS las mujeres experimentamos sexismo, pero no lo vive igual una mujer negra o indígena a una mujer blanca de clase alta o clase media. Mientras que las mujeres negras e indígenas experimentan el sexismo, también pueden experimentar al mismo tiempo racismo, clasismo y discriminación, manifestandose así una serie de opresiones, mientras que las mujeres blancas no experimentaran racismo o clasismo, por lo que su posición de privilegio, las pondrán en ventaja frente a mujeres negras, indígenas mestizas y mujeres transgénero, por ejemplo.
Los privilegios pueden ser heredados (no se hizo nada para conseguirlos, pues se nació con ellos o se socializó en ellos) como lo es el color de piel, la nacionalidad, la religión, la clase social, el estatus económico, el sexo asignado al nacer. También hay privilegios obtenidos, como subir de clase social a través de la educación, blanquearse culturalmente al ser aceptado en un medio social alto, o al pasar de un estatus migratorio o de refugiado a un estatus de nacionalidad. Los privilegios normalizan y universalizan las experiencias, tomando como medida de las cosas la propia experiencia por encima de otras, y se imponen como “verdades absolutas.”
En sentido estricto el privilegio se opone al concepto moderno de derechos, igualdad y equidad, pues al promover éstos, las personas privilegiadas perderían parte de sus privilegios y la «normalización» comenzaría a ser cuestionada, poniendo en riesgo sus verdades absolutas, poniendo en riesgo su supremacía.
No es casualidad que la mayoría de opiniones en contra de la comunidad transgénero venga de personas con privilegio de clase, blancas, vinculadas social y económicamente con aparatos de poder que generan desigualdad y opresión, y que lamentablemente hacen avanzar expresiones fascistas en todo el mundo. En los casos mencionados, Donald Trump representa el conservadurismo religioso, político y económico norteamericano, mientras que las Miss que participan y promueven concursos de belleza, reafirman y lucran con una idea de feminidad que nos ha violentado y objetivizado como mujeres. Tanto en uno como en otro ejemplo, se defiende la heterosexualidad, el privilegio cisgénero, como único camino de vivir la sexualidad y el género. Por ello se excusan diciendo que lo expresado son opiniones personales o una opinión generalizada de las mayorías en nombre De Dios, como ahora lo expresa el recién electo presidente de Brasil, el conservador Jair Bolsonaro.
!Más radical y triste es saber que los discursos de odio vienen o se manifiestan en los sectores populares también oprimidos! El aumento del conservadurismo de grupos cristianos en América Latina que en nombre de Dios, condenan la diversidad sexual y la supuesta «ideología de género». Urgente es que entre colectivas feministas revisemos, desde una apuesta decolonial e interseccional, sí nuestras prácticas, activismos y luchas cotidianas estén sosteniendo un discurso cisgénero y transfóbico: antes de escuchar las experiencias de personas trans directamente, se niega cualquier posible alianza y entendimiento. A este tipo de feminismo, identificado como feminismo radical -incluso puede tener militantes lesbianas- se le conoce como feminismo radical transexcluyente, conocido por sus siglas en inglés TERF. (5)
Ser aliadxs
Ante este panorama, donde clamamos por nuestras vidas y nuestros derechos a vivir en espacios seguros y libres de violencia, deberíamos también pedir lo mismo para la comunidad transexual.(6) Si queremos ser aliadxs de la comunidad trans, debemos empezar a revisar nuestra historia y nos daremos cuenta que la diversidad de géneros y sexualidades era muy antigua. De la misma manera podríamos ver el desarrollo de las sociedades de manera más holistica y liberarnos de tabúes. De la misma forma, apostar por un feminismo interseccional, donde antes de leer teóricas blancas heterosexuales sobre sus opiniones transfóbicas, mejor escuchar las historias de quienes han sido voces negadas de los libros que hoy día son best sellers. ¿Qué podemos hacer para ser aliadxs? Aquí unas sugerencias:
- Educarse. En google tenemos muchos recursos para leer, conocer y acercarse a lo que esta pasando con la comunidad transgénero en México y en diversas partes del mundo. Escucha, leer, observa y comenta materiales producidos por la misma comunidad transgénero. Tener argumentos, elaborados desde las «fuentes primarias» nos permite frenar la transfobia a nuestro alrededor.
- Escuchar. Cuando tengas la oportunidad de asistir a eventos públicos donde mujeres o personas trans van a hablar, intenta ir. Valora escuchar los testimonios de quienes viven diversas formas de exclusión y opresión, donde la identidad sexual se conecta con la clase social, la raza, la militancia política, el trabajo sexual, y el acceso a la justicia. Escucha, escucha y cuando tu sentirpensar te lleve a compartir o preguntar, revisa tus privilegios antes de hacerlo, pues a veces nuestras preguntas u opiniones las emitimos desde nuestro privilegio heterosexual, de clase, de educación o de raza. Escucha mientras revisas tu privilegio.
- Donar. Si tienes recursos económicos para apoyar organizaciones o colectivos locales de la comunidad trans, no dudes en hacerlo. Permite que la visiblización de la comunidad trans sea autosustentable en tiempos de precariedad económica.
- Votar. En tus gobiernos locales o en campañas nacionales apoya que personas trans sean elegidas y lleguen a puestos de poder para avanzar en el cumplimiento de los derechos de esta comunidad.
- Visibilizar. Si eres artista o eres una persona creativa, elabora ilustraciones, collages u otra expresión para visibilizar y celebrar a la comunidad trans.
- Ser aliada es acompañar. A veces las personas y colectivas trans quieren apoyo en firmar un documento, en hacer una acto público, en abrir un refugio y necesitan manos para pintar o arreglar el espacio; o a veces celebrar. No dudes en mostrar apoyo de acuerdo a tu alcance sin paternalismos, sin victimizar ni anular. Una aliada renuncia a sus privilegios para generar un poder colectivo donde la liberación de unx es la liberación de todxs las opresiones.
Notas:
- https://www.reporteindigo.com/reporte/transfeminicidios-asesinatos-invisibles-comunidad-lgbttti-colectivos-defensa-derechos-igualdad-proteccion/
- Erica L. Green, Katie Benner & Robert Pear, “Transgender could be defined out of existence under Trump Administration”, 21 de Octubre de 2018. Disponible en: http ://www.nytimes.com/2018/10/21/us/politics/transgender-trump-administration-sex-definition.html
- «Lupita Jones: Una trans se suicida tras comentarios discriminatorios» en El País, 10 de octubre del 2018. Disponible en: https://elpais.com/elpais/2018/10/09/gente/1539098461_160303.html
- Pablo Caraballo, Cisgénero: ¿qué es y para qué sirve? Disponible en: https://pablocaraballo.wordpress.com/2015/05/13/cisgenero-que-es-y-para-que-sirve/
- «!Sopresa! Eres una TERF si…» 25 de febrero del 2017. Disponible en: https://eldemonioblancodelateteraverde.wordpress.com/2017/02/25/sorpresa-eres-una-terf-si/
- Eli Erlick, «10 ways to deny cisgender privilege», 5 de septiembre de 2017. Disponible en: https://medium.com/@elierlick/10-ways-to-deny-cisgender-
***La imagen que acompaña este texto es de la ilustradora mexicana trans Medusczka.
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*Jael de la Luz. Mexicana, historiadora feminista, editora, activista y educadora popular en Latin American Women’s Aid, LAWA, Londres. Es madre, esposa, amiga de gente luchona y escribe por gusto, curiosidad y desahogo. Ama los libros y no concibe sus días ellos. Recuerda a sus amigos que se están del otro lado del charco con la esperanza de un día volver. Le interesan los temas de espiritualidad, decolonización, feminismo interseccional, gentrificación, América Latina y cultura chicana. Síguela en Twitter: @jaeldelaluz, en Instagram como jaeldelaluz, en Youtube: Jael de la Luz, y Facebook: Jael de la Luz.
Las mujeres tenemos el feminismo y las personas trans tienen el transactivismo, la opresión es distinta
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Por eso hablo de ser aliadas. Desde mi experiencia como feminista interseccional, a veces necesitamos espacios donde nuestras opresiones puedan ser compartidas. Es un debate que vamos haciendo en el camino.
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No existe el feminismo interseccional, por favor. Y las mujeres trans no son oprimidas, las mujeres sí. Y sí, nos podemos y necesitamos aliarnos para luchar por problemáticas comunes como es la prostitución
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Excelente. Gracias por compartir este texto, que recientemente toma una relevancia espeluznante.
Coincido en todo, excepto en que las mujeres blancas sí sufren de clasismo, p. ejem., son clasificadas como «white trash», creo que podría ser el único ismo que encararían las Karen.
agregaría que en México, las feministas radicales excluyentes, alegan que cuándo otros movimientos incluyen mujeres no- cis, somos lesbofóbicas. Nos estamos dividiendo y eso, eso es tristísimo.
Jael, quiero participar en el siguiente círculo de lectura, ¿qué van. leer y cuándo es?
gracias de nuez.
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