Por: Jael de la Luz*
«Si en nuestra revolución no hay abrazo, sexo y postre, no es nuestra revolución.»
Luciana Peker
Desde el Caribe latinoamericano, desde la Argentina a México, llegando a la comunidad xicana latinoamericana en los Estados Unidos y en Reino Unido (realidades que conozco), el feminismo en sus vertientes viene convocando a las mujeres de manera generacional o intergeneracional en las calles, las escuelas y los más diversos espacios públicos a seguir luchando por el derecho a nuestros cuerpos, a los derechos sexuales y reproductivos sin ideologías y dogmas religiosos; a vivir libres de violencias y a tomar partido frente a las estructuras locales y globales que nos quieren oprimir política, económica, social, cultural y religiosamente.
Pero el feminismo no es sólo lucha y militancia. En América Latina y el Caribe donde la colonización de matriz moderna nos metió a los procesos históricos con dogmas religiosos cristianos que regularon nuestros cuerpos y sentires por siglos, las mujeres y las disidencias sexuales usaban eufemismos para hablar del placer, transgrediendo aquello que se mostraba como impuro o inmoral. Sin embargo, hoy ya no hay miedo de nombrar lo que se siente y se desea.
Teniendo en mente esto, el diciembre del año pasado una amiga muy querida, Angela Camacho, conocida en la comunidad latinx en Londres como La bonita chola, me regaló un libro que trajo desde Argentina. Un texto que recoge ensayos de la periodista argentina Luciana Peker, columnista de Página 12 y muy conocida en el feminismo del Cono Sur.
En su Introducción a Putita golosa. Por un feminismo del goce, la autora expresa que:
Las formas de resistencia también son formas de algarabía: la diversidad sexual, las identidades móviles, el erotismo lésbico, la curiosidad como forma de habitar la interperie, el amor compañero, las nuevas familias, la militancia gordx, el orgullo de los cuerpos plurales, los retazos, el poliamor, la crítica al amor romántico, la felicidad autosugestionada y un feminismo que no pide ser mirado, sino que ser mira en marea para reclamar cambios políticos y sociales, en las calles y en las camas. Porque el feminismo del goce se opone a la violencia y al abuso, a los cuerpos delineados en uniforme y al sexo y la comida como pecado. Y, en cambio, rescata probar, comer, escribir, besar, escuchar, bailar y marchar como formas de rebelión y de disfrute. La intimidad es política. Y la revolución también. Incluso para pedir más chape y menos visto.
La revolución es la revolución del deseo. Se opone al abuso, al acoso y a la violencia. Y está a favor de un deseo en donde las mujeres, las jóvenes, las lesbianas, trans, tratas y otras identidades sexuales tengan voz, palabra, poder y piel. El freno a la violencia no es puritanismo, sino, por el contrario, una pelea por el placer.
Luciana Peker
Este libro compuesto de diversos ensayos tiene en común un proyecto de liberación total, felicidad, goce y ternura mutua. Si el feminismo no atravesará nuestros corazones, cuerpos, emociones y deseos, entonces no sería parte esencial de un proyecto histórico en el que miles de mujeres se han dado a sí mismas, e incluso hemos ido más allá: hemos cuestionado el mundo heteropatriarcal desmontando la esencialidad de los géneros. Si no hubiéramos desatado la lengua para hablar, para gritar, para cantar y para generar diálogos con otras hermanas; o incluso marcar luchas más particulares, no seríamos capaces de reclamar, incluso nombrar y cambiar el lenguaje que nos oprime e inventar nuevas palabras para hablar de nuestros sentires y pensares desde la pluralidad del feminismo.
Este libro de Putita golosa me gusto mucho porque si bien, esta contextualizado en la Argentina contemporánea con toda la lucha que viene desatando la Marea Verde a favor de la despenalización del aborto, también la autora presta atención a la violencia doméstica como una pandemia en toda América Latina y más allá de las fronteras; habla de la resistencia y el activismo de las Madres de la Plaza de Mayo contra las desapariciones forzadas y sobre todo va introduciendo a lxs lectores a las propuestes queers en Argentina y su aporte para liberar el deseo y goce.
Un aporte crucial es la forma en que habla de lo que en inglés se demomina «body positive love movement». Lo que Peker propone es apreciar y reconocer los cuerpos diversos sin que sean «positivos» o «negativos»; cuestiona lo que varias venimos cuestionando tiempo atrás: ¿por qué los cuerpos delgados siempre son alabados y deseados, mientras que los cuerpos diversos, gordos y con discapacidad se les ha sumido al ostracismo como si fuera algo que eliminar y erradicar por completo? Así que en Putita golosa, mucho de lo que van a encontrar son historias, alusiones y experiencias vividas de primera mano por la autora de cómo el placer de la comida y del sexo deben ser parte del discurso feminista que las pibas de hoy deben abrazar sin miedo.
Aunque probablemente Virginia Woolf, Simone de Beauvoir y otras escritoras clásicas del feminismo que se siguen leyendo en cátedras universitarias o en memes feministas siguen perpetuando frases de empoderamiento; para mi es seguir colonizando mucho del pensamiento feminista contemporáneo. Por qué no comenzamos a leer a otras mujeres que nos sean más cercanas y escriban de las realidades que vivimos mujeres no blancas europeas. Putita golosa, es una invitación a mirar la realidad latinoamericana desde el Sur; a pensar y no soltar los grandes problemas a los que nos estamos enfrentando el día de hoy, pero pensar que también el feminismo es una invitación a experimentar otras formas de placer, deseo sexual, y por qué no, integrar esos elementos en esta cuarta ola de los feminismos.
*Jael de la Luz. Mexicana, historiadora feminista, editora, activista y educadora popular en Latin American Women’s Aid, LAWA, Londres. Es madre, esposa, amiga de gente luchona y escribe por gusto, curiosidad y desahogo. Ama los libros y no concibe sus días ellos. Recuerda a sus amigos que se están del otro lado del charco con la esperanza de un día volver. Le interesan los temas de espiritualidad, decolonización, feminismo interseccional, gentrificación, América Latina y cultura chicana. Twitter: @jaeldelaluz, en Instagram como jaeldelaluz, en Youtube: Jael de la Luz, y Facebook: Jael de la Luz.
Estoy interesada en la militancia
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