¿Por qué el corazón y alma duelen?

  Palabras: Karen G. Castillo Acosta*

Collage: Lobotomía Márquez **

Hay muchas cosas que no digo sobre los demás porque fantaseo que al leer y/o escuchar sus opiniones, en la mente, profundizo más en el ser de cada individuo.  

Es así como creo que, la vida da muchas cosas y al mismo tiempo las pone de lado porque no te las quita -aquí el dicho, aunque te quites o te pongas, te toca-. El hecho de ver y sentir cosas que no son gratas o que son éxtasis componen la esencia de las personas.   

¿Te imaginas un mundo dónde tú ya estuvieras predestinada a sentir, pensar, hacer, ir, jugar, escuchar, y sencillamente no ser tú? La pandemia nos ha dejado una deuda individual, como países y como mundo. El hecho de ver que al final del camino no aprendimos nada y seguimos cometiendo los mismos errores; a pesar de haber tenido todo el tiempo para perderse en miles de hojas, voltear al cielo, dibujar en una servilleta, caminar por casa, ejercitarse entre las cuatro paredes, en brazos de la familia, en un café en home office, en las clases virtuales o enseñanzas de los herederos, conocer a nuestra familia o, peor aún, perderse en una misma. No todas las personas tuvieron el privilegio de escuchar su propio silencio para introducirse en un abismo porque había una tormenta fuera de nosotros y de las casas. Da la casualidad de que, el desdeño a si misma y la violencia hacia el otro es más fuerte, y brilló por encima de las cosas buenas. No contamos con alguien que nos escuchará o nos abrazará y nos quedamos con sentimientos, resentimientos y emociones que no vieron la luz. 

Es triste ver cómo no aprendimos nada. De repente, llega una visión futura donde no hay mucho que dejar a las futuras generaciones, no, al menos en mi país. Entonces, si la natalidad sabe contar, que no cuente conmigo. Empero, para aquel final feliz de vida ¿a dónde tengo que ir?   

                Existen rencores, incertidumbres, inseguridades, frustraciones y una falta de amor inmensa por parte de quién quieras. Después de todo, no somos ajenos a nadie. Entonces, ¿por qué no somos empáticos? ¿por qué no sentimos la otredad? ¿qué nos pasó en realidad durante un año de pandemia? ¿fue el capitalismo que nos hizo desear los placeres que el comunismo nos prohíbe? ¿fue un vacío emocional no atendido? ¿la política inútil que tenemos en los países? En realidad, ¿qué fue lo que nos dividió individualmente o como sociedad?   

                Darnos cuenta de la mano invisible o que cómo trabajadores no podemos colaborar para exigir; deja un hueco que ya existía y no se avecina una solución. Me refiero al trabajo como nacionales. Hay algo que no termina de cerrar en la cuarentena. Al final, nadie fue ajeno a no sentir la misma vulneración y, de ella no aprendió nada, en su mayoría.   

                El problema no fue la compra o el acceso a tecnología, los apoyos, subsidios, programas sociales, educación; tampoco fue la idea de que unidos jamás seremos vencidos. Fue el hecho que no sabemos cuál preferimos para hacer visible nuestra invisibilidad.   

                No hubo tiempo para reflexionar ni las mismas oportunidades, toda vez que hay muchos que ya partieron y otros que quedaron rezagados; pero, a pesar de eso, no pensamos en ellos. Espero la herencia de aprendizaje pueda hacer mejor a la humanidad. Llámalo, amor u obligación, pero mejorar.   

                Al final, durante la pandemia. Algo perdimos y celebro por aquellos que no perdieron a un ser querido. Sino enfatizar a aquel que nos dejó y nadie supo, nadie lamentó.

No estamos solas. Siempre llama o escribe a familiares, conocidos o desconocidos, pero hazlo cuando quieras, porque lo deseas y necesitas. Para liberarte de esa persona que te atormenta a solas, de ti misma. El alma y corazón nunca deben doler bajo ningún motivo.   


*Licenciada en Derecho y Criminología por la Universidad Autónoma de Tamaulipas e Instituto de Ciencias y Estudios Superiores de Tamaulipas, respectivamente; Especialista en Derecho de Comercio Exterior y estudiante de la Maestría en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.  
Redes: @kcastilloac (twitter) @kcastilloac (Instagram) Karen CA (FB)

** Lobotomía Márquez

Troglodita y Autodidacta
lobotomiamarquez@gmail.com

El collage que acompana este post se titula Pasionaria (2014, 70 x 48.5) y es parte de la colección “La Mirada de las Caras Ocultas”. Esta es una propuesta que surge de la necesidad de valorar el hecho de que cualquier forma de expresión distinta al lenguaje establecido, es válida para generar nuevos contenidos que hablen de la inquietud de cada uno.
Es la exploración más activa y creativa que el arte puede descubrir.


Nota editorial: Este texto es una colaboración de escritura e ilustración para visibilizar lo que desde las diversas experiencias y saberes feministas se puede hacer. Además se tejen alianzas y acercan talentos que la comunidad feminista tiene para visibilizar y empoderar a las mujeres que escriben, ilustran y por diversos formatos, crean.

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