Juego de Género.

-La casa Mormont tiene fe en la casa Stark desde hace un milenio. No quebrantaremos esa fe hoy. (…) Nuestra casa no es grande, pero sí orgullosa y cada hombre de Bear Island lucha con la fuerza de 10 hombres.

-Si son solo la mitad de feroces que su señora, los Bolton están perdidos.

Temporada 6, capítulo 10.

A lo largo de estas 7 temporadas, Games Of Thrones ha recibido muchas críticas por parte de feministas y colectivos feministas, críticas bastante rudas a las cuales puedo ceder la razón y otras muy tajantes que no comparto. También soy de las que hace crítica a las violaciones, los abusos, el mansplaining y el patriarcado que se vive y refleja en la serie pero, de igual manera, soy la que se alegra cuando las mujeres de la serie van en contra de lo establecido, se empoderan, luchan, crear hermandades, callan a los hombres y ¿por qué no?, obtienen su venganza.

Han pasado muchos cambios con los personajes femeninos en la serie, mismos que no podré abordar con detalle pues sería un texto enorme, así que me concentraré en dos de ellos que además, son las más pequeñas en edad de todas. Sí señoras, hablo de Arya y Lyanna. Por parte de ellas espero grandes cosas para este «arrasar femenino» que está teniendo la serie, así que me voy a dejar de introducciones e iré al grano.

Si bien podemos entender a grandes rasgos, ambas niñas tienen el privilegio de pertenecer a casas importantes, gracias a esto tienen ventaja a comparación de la gente que sirve a sus casas. Este privilegio ha permitido que ellas creen y sigan conservando un carácter «rudo» y no «normal» para la doncella del tiempo y contexto que plantea la serie. Salen de la definición de lo que tiene que querer una mujer, de lo que tiene que aprender a hacer y de lo que tiene la obligación de hacer; ambas deciden decir no y plantear una manera distinta de vivirse.

Por orden de aparición empezaré con Arya, hija de Ned Stark señor de Winterfell, sus intereses son aprender a pelear con la espada, usar el arco de mejor manera que Arya_Stark-Maisie_Williamssu hermano Bran, trepar árboles, correr, estar la mayor parte del tiempo fuera del castillo explorando, entre otras. ¿Aprender a tejer?, ¡ABURRIDO!; ¿Ser una princesa y estar con el mejor postor por guapo y poderoso?, ¡JAMÁS!; así es la pequeña, que con el pasar de los capítulos se va desarrollando como un personaje oscuro y con sed de venganza (no voy a decir porque #EvitemosSpoiler).

Llega el momento en el que Arya tiene que tomar la decisión de quedarse sentada o asumir la venganza de su legado con sus propias manos, ahí su astucia empieza a desarrollarse, las habilidades de pelea se incrementan, su inteligencia se agudiza y la capacidad de estrategia nace. Sin embargo, este empoderamiento es un tanto oscuro en el sentido de que en vez de ayudarle a formar y concretar redes de apoyo y trabajo a las que pudiera pertenecer, se ve aislada y sin intención de detenerse.

Ahora, pensemos en esto un momento, la situación de Arya  es similar a este «tijereo entre mujeres», ¿en qué sentido? fácil, en el de aislarnos por la venganza. Recordemos que desde pequeñas nos han enseñado que un grupo de mujeres no es capaz de trabajar en conjunto, ¿por qué? pues porque somos competencia una de la otra, la idea es que si tú eres mejor que yo de alguna manera, tengo que desquitarme y buscar la forma de hacerte menos, oh si, ahí está tu venganza, la venganza de tu legado. No se nos enseña de niñas, y menos de adultas, que esas cualidades que podamos tener y esas diferencias que nos hacen visibles pueden tener una función en el trabajo sororal, en el día a día, y el hecho de que destaquemos no es para dañar a otras, es porque nos asumimos únicas y capaces de aceptarnos a nosotras mismas y a las demás.

¿Qué pasaría si Arya buscara vengar su legado con una red? si ahora está barriendo el piso con aquellxs que traicionaron a su familia, no me imagino qué puede hacer en un grupo. Y no es que esté promoviendo el asesinato como un valor, necesitamos ver más allá, esa constancia que Arya tiene y esa búsqueda de adquirir más y mejores herramientas es lo que facilita que ella crezca (los fines no serán los correctos, pues no están canalizados hacia ello), pensemos en la Gulabi Gang, son un grupo de mujeres poderosas en su contexto y que asumen más que venganza «ni una agresión machista sin respuesta». ¿Qué pasaría si Arya se moviera con esos términos?, ¿qué pasaría si las niñas y adolescentes caminaran con esa consigna en mente?, ¿qué mundo podríamos crear si les enseñamos a canalizar y activar a su Arya interior? sinceramente, creo que bastantes cosas positivas, pues las adultas y adultas jóvenes del feminismo es algo que ya estamos haciendo, pero nos olvidamos en muchos casos de las más pequeñas a la hora de actuar.

Bien, ahora pasemos con la pequeña Lyanna Mormont Señora de Bear Island. Desde Bella-Ramsey-la-actriz-que-interpreta-a-la-feroz-Lyanna-Mormont-12la temporada pasada se ha ganado todo mi respeto con sólo dos diálogos y es que los ovarios de esta niña son IMPRESIONANTES, no sólo dirige su casa y el feudo sola, también tiene el respeto de su ejército y es capaz de callar el Mansplaining  y adultocentrismo que varios personajes desean imponerle. Tiene una claridad enorme, es asertiva con sus palabras, es capaz de escuchar opiniones y también de rechazarlas debido a la inteligencia que ha desarrollado, es leal, trabaja en equipo y se sabe parte de un red a la que le tiene confianza.

El diálogo que está al inicio de este texto es entre Lyanna, Jon, Sansa y Davos y podemos leer el respeto que Davos le tiene a esta niña por la fuerza, coraje y determinación que muestra a lo largo de la escena. Un adulto y hombre, que respeta sin problemas a una niña feroz y empoderada ¡Nos faltan muchas más niñas así! y lo que también es importante ¡carecemos de adultxs que sean capaces de darle su lugar a lxs niñxs! que otro sería el mundo con niñas como Lyanna que se saben fuertes y no temen en demostrarlo aún cuando se trate de ir en contra del mundo patriarcal y adulto.

Las niñas necesitan figuras fuertes, tenaces, determinantes, con carácter, capaces de crear, luchar, defenderse y sobre todo un modelo que sea inteligente. Sin embargo, dentro de nuestro adultocentrismo feminista les hemos mostrado figuras con ese porte pero adultas; creo que nos hace falta (y por supuesto que me incluyo) ver más allá de nuestras situaciones como mujeres adultas y empezar a actuar y caminar a la par con las niñas. En mi casa hay un dicho y es «la vaca se olvida que fue ternera» y parece que en nuestra lucha se nos está olvidando que fuimos niñas y, por ende, se nos está pasando acompañar la lucha de ellas.

Más ejemplos como Arya y Lyanna que les enseñan a las niñas a no abandonarse, a luchar, a poner límites, a respetar(se), a ser estratégicas y ser quienes quieren ser, mismas que nos enseñan a las adultas a respetar, no imponer nuestra visión, a tratar las cosas con un diálogo de respeto y comprensión, a saberlas valiosas en cualquier lucha y a darles el lugar que se merecen, a nuestro lado.