En República de Cuba, calle llena diversidad, donde se encuentra el “Marrakech Salón”, el «Foro A Poco No” y la «Casa Refugio Hankili África», cuna de diversidad, cultura y diversión, se encuentran también las oficinas de MIC Género.
Llegué por el medio día a realizar una entrevista a Adán Salinas, director general de dicho Festival. En la entrada había dos mujeres trabajando en carteles y publicidad, y al fondo, otras tres mujeres más, checando pendientes, poniendo en orden lo que viene para el festival. Una de ellas sostenía a una bebé, que fue pasando de brazo en brazo en la oficina.
En los minutos antes de que empezara la entrevista, noté la implicación de este grupo de mujeres con MIC Género, no fue algo que dijeran con palabras, sino algo que se notada en la forma en que trabajaban. Al final lamenté no haberles preguntado más a las chicas, aunque estaban tan imbuidas en su trabajo que tal vez no hubiera sido prudente. En fin, tenían que estar en este escrito de alguna manera.
Dicho esto ¡Acá la entrevista!
Nos encontramos con Adán Salinas, director general de MIC Género. Eliza Tabares, nuestra corresponsal en la ciudad de México, llevará a cabo la entrevista a nombre de Feminopraxis, una revista que ha apostado por la difusión de las Artes feministas y su poder transformador. Así que ¡aquí estamos! Días antes del inicio de MIC Género…
Feminopraxis: Adán, gracias por el espacio para esta conversación. ¿cómo es que a ti te llega a interesar el tema de género. ¿Por qué, cómo es que llega, cómo es que te empieza a mover?
Adán-MIC: ¡Hola!… Me llega el interés por los estudios de género un poco en la universidad, ya hacia finales de la carrera de Filosofía, cuando hacía mi tesis y mi investigación sobre cine y la teoría del deseo en Gilles Deleuze; entonces, estudiar el posestructuralismo, a Michel Foucault y Deleuze, me llevó como a Judith Butler, a estar pensando teorías políticas y teorías de representación de cuerpos; a visitar la teoría queer –teóricamente- y luego ingresé al PUEG [Programa Universitario de Estudios de Género] y ahí conocí a otras autoras y autores, y profesores que me llevaron a posicionar más la teoría feminista en mi discurso. Recuerdo haber hecho toda una revisión de los temas que a mí me apasionan y me movían en la licenciatura desde una perspectiva de género, ver la teoría del arte, ver la política, ver el poscolonialismo, ver la movilidad humana y me llamó mucho la atención y ahí me di cuenta de que era super potente la categoría [de género] para hacer un análisis de toda la vida, de todas las prácticas culturales, incluidas el cine y los medios de comunicación, por supuesto.
¿Por qué me interesa más? Creo que siempre –digo, como yo creo la mayoría de la gente- he llegado a reproducir yo mismo violencia, he sido también víctima de discriminaciones tanto por ser joven, en mucho lados, como el jovencito de la oficina que estaba trabajando, yo empecé a trabajar muy joven, entonces siempre me echaban carrilla, como se dice, por chavito. Y me doy cuenta que, [al] salir de México, de repente sufres discriminación por ser mexicano o latinoamericano, o incluso aquí mismo [en México], por ser hombre, por ser hombre moreno, hombre con rasgos medio indígenas, por ser… no sé. Me ha llegado a interesar ese tipo de cosas en la universidad y creo que más que la teoría de género, me interesa el movimiento feminista.
Yo defino al movimiento feminista como una lucha comenzada por mujeres interesadas en conquistar su libertad, exigiendo sus derechos, exigiendo derechos básicos que [ellas] no tenían y tenían hombres, y que han ido ganando terreno y se han ido haciendo alianzas con otros movimientos como el movimiento LGBT, como el movimiento de la raza negra por una igualdad de derechos en otros países como Estados Unidos, como los movimientos obreros, los movimientos campesinos, donde no sólo están exigiendo mejores condiciones salariales o igualdad económica sino también que se respete la tierra, que no haya una vejación por parte de otros o de ajenos y quieran apropiarse de sus recursos.
Creo que en el movimiento feminista, sobre todo en este movimiento, conviven muchas cosas porque hay mucho en juego, me parece, teóricamente y en lo práctico. Hay mucho en juego porque están evidentemente mujeres interesadas en liberarse, en conquistar esta libertad, en conquistar derechos y en este campo, no todas las mujeres son iguales. Hay unas que viven más opresión, viven en condiciones más desfavorables; hay unas que tienen más privilegios, otras que tienen menos privilegios, y se cruzan muchas cosas, se cruza la raza, se cruza la etnia, se cruza la clase, la edad. Entonces eso a mí siempre me ha interesado mucho, la teoría de la complejidad me gusta para analizar los problemas.
Creo que por eso hacía mi tesis con los posestructuralistas, porque me ha llevado a replantearme muchas cosas de mi vida, de los proyectos que hago, la gente con la que trato, la gente que es mi amiga, y la gente que admiro. Hacer toda una revisión de cosas que admiraba de niñito, o de adolescente, y de repente decir ¡órale! ¿No? Creo que una vez que te pones las gafas del feminismo y logras ver desde tu condición qué privilegios tienes, qué otros también no tienes, porque no es lo mismo ser un hombre moreno que un hombre blanco, caucásico, situado en Europa, que situado acá en la Ciudad de México, en el centro.
Feminopraxis: Es super interesante lo que dices. Nos parece importante revisar la implicación que tiene uno en un tema. Qué bueno que lo tengas super claro desde tu vivencia, desde diferentes opresiones y privilegios…
Platícanos, ¿cómo se llega a concebir este proyecto?
Adán MIC: Ha sido un constante crecimiento. La primera edición, por ejemplo, se nos ocurre porque al salir del ambiente académico, vamos revisando un poco cómo está la industria cinematográfica. Yo siempre he sido un consumidor de cine independiente, de festivales de cine, de ir mucho a este tipo de eventos y no veía yo el tipo de curaduría que a mí me llamaba la atención. La veía fugazmente en destellitos. Iba a Morelia, iba a Ambulante, a algunos otros festivales, a FICO, y de repente había, dentro de la programación general, un ciclo que tenía que ver con género, cambio climático, derechos humanos, y decía ¡ay! Y yo era el más fan de ese ciclo; pero normalmente sentía que el festival abarcaba muchas cosas, como que traían películas de los mejores festivales. Era como una oferta del cine más de punta que está saliendo, que acaba de ganar en Sundance, que acaba de ganar en Toronto, en San Sebastián, entonces está bien, cuando eres cinéfilo está bien. Pero yo era cinéfilo y también me motivaba mucho y estaba estudiando esto, las otredades, las periferias, y claro, te gusta mucho el cine, pero vas a estos eventos y todo es glamour, alfombra roja y dices “bueno, esto está totalmente desconectado. Estamos pasando una película donde las protagonistas son gente en una vulnerabilidad y en una periferia tal, un documental donde le inundaron la casa una presa hidroeléctrica en China por el voraz capitalismo y estamos todos acá tomando Moet ¿no?” ¡No! Yo sentía que no iba por ahí, y entonces en MIC nos importa mucho, más que la alfombra roja y que tráete al fotógrafo y al sonidista y a todo el mundo, que son super invitados nuestros, el primer lugar del proyecto, por así decirlo, la misión del proyecto es acercar y sensibilizar sobre feminismo, género, derechos humanos, a un público general, a un público que no tiene esa oportunidad, que no ha tenido esa oportunidad de estar en el PUEG, ese que no ha estado ahí en la teoría, ¿me explico?
Entonces, ¿cómo acercas esa teoría, cómo acercas ese saber que hace mucha gente? ¿Cómo le vamos a desmontar al otro, cómo le hacemos ver todos estos privilegios, o todas estas opresiones o todo este espíritu de empoderarse o encumbrase en la libertad ¿no? Y decíamos, “bueno, pues vamos a hacerlo a través del cine”, y entonces ese fue el objetivo primero de MIC Género: sensibilizar sobre feminismo y derechos humanos.
El proyecto empezó con treinta películas. Luego la segunda edición con 60 películas, más tarde tuvimos 130 películas, luego 180, pero al final, con tanto material dijimos “no, ya”. También el proyecto ha ido cambiando: la primera y la segunda edición fueron monotemáticas. Toda la edición tocaba un solo tema, Ecofeminismos y Ética Ambiental, y todas las 60 películas fueron en relación a una curaduría, un programa y un eje central. La primera edición fue sobre Estudios Etarios, el estudio de la edad y la discriminación, y para la tercera edición dijimos: “vamos a abrirla a todas las ‘potencias’ que tiene la categoría género, todos los estudios de género, o sea, vamos a abrirlo desde la migración porque a través de ese tema convergen muchos puntos”. Entonces ahí nos inventamos las categorías de Movilidad Humana y Migración, y las categorías que ahora tenemos se inventaron en la tercera edición. Así hemos ido sumando unas categorías que consideramos importantes; por ejemplo, este año sumamos Infancias y Derechos Humanos donde revisamos, tal cual, nada más las infancias, también atravesadas desde una óptica de género. No es lo mismo ser una niña migrante que un niño migrante, o refugiado. Hace dos años nos inventamos la de Cuerpo Atlético, por ejemplo, que revisa temas de deporte, de la competición atlética de los cuerpos, la representación de los cuerpos en el deporte, que a mí me parece fabuloso. Hay también ahí mucha controversia [como por ejemplo], los atletas olímpicos trans, qué dicen los jurados, qué dicen las Olimpiadas… En fin, hay muchas cosas ahí en juego todavía. Entonces un poco eso…
Feminopraxis: ¿Cómo ve MIC Género la visión de perspectiva de género y la visión del cine? Al escuchar tus palabras, decías que “es un festival de género pero el equipo se considera feminista” y hablabas de cómo era importante revisar esas intersecciones y esos temas que el género cruza. ¿Agregarías algo más a la visión que MIC Género tiene de la perspectiva de género o del feminismo, o sobre la visión que tiene sobre el cine?
Adán MIC: Creo que hoy por hoy hay un uso más popularizado, por así decirlo, del género, de la palabra género, que del feminismo. O sea hablo un poco de lo que está en el aire. Mucha gente todavía hoy, en su miopía, cree que feminismo es lo contrario a machismo; entonces mucha gente no se considera feminista. Y al interior de las instituciones públicas y de todo un aparato social, cultural que administra la vida, al formar parte México de Naciones Unidas y de convenios internacionales sobre derechos humanos, está obligado a implementar políticas públicas que velen por la igualdad, por la igualdad de género y por muchas otras cosas que están mal en el país. Y como que la forma de entrarle de las instituciones, pues no dicen “nosotras somas una institución feminista” más bien dicen “nosotros vemos por la igualdad de género”. Es como una forma de entrarle socialmente al tema y también creo que la perspectiva de género se ha implementado para, justamente, implementar políticas públicas, entonces como que parece mucho que “el gobierno hace cosas de género y nosotras somos feministas ¿no? Mi colectivo es feminista; el DIF hace un programa de silbatos rosas y según ellos creen que ese es su política de género”; porque eso es real, eso es lo que hacen ¿no?, pero yo no confundiría, si los distinguiría muy bien. A mí me parece que la política pública y las estadísticas y los informes, las investigaciones en materia de género pues, evidentemente, son necesarias para poder hacer leyes, políticas púbicas, modificar las cosas desde raíz, necesitas, a fuercita, la teoría de género; saber hacer algo, esos análisis, esas investigaciones, esas gráficas, porque si no sabes cómo está la situación pues no sabes ni por dónde empezar.
Entonces, sí, está muy bien que se haga…creo que el festival [MIC Género] un poco revisa eso ¿no? Somos feministas aplicando la teoría y la perspectiva de género al cine. Y el resultado es un poco las categorías que te acabo de contar, la estructura del festival, quién se contrata, quién no se contrata, dónde hacemos las cosas, a qué estados vamos, por qué vamos a Argentina, por qué decidimos hacer este año una publicación que se llama Representaciones de Género en la Industria Audiovisual. O sea, el género es una herramienta del feminismo, ¿me explico? Es una herramienta de la política, del analista, y es una categoría, un útil.
Feminopraxis: Del primer año a este sexto el festival debe ser ya conocido por muchxs más… ¿Qué cambios ha notado el equipo, en general, en estos años?
Adán MIC: Ahora que nos acercamos, 6 años después, a instituciones, como que ya nos toman a nosotros como “ah, un proyecto que está pensado en lo que se está pensado afuera de las instituciones y entonces sí, lo apoyamos”. Entonces siento un poco más de apoyo a estos temas desde las instituciones. Siento que hay cada vez más defensoras/es de Derechos Humanos que saben sus derechos. Creo que derecho que no se sabe pues no sirve. Entonces es importante saber todos, la ciudadanía, nuestros derechos, saber en qué país vivimos, cómo está la situación y creo que hay mucha más gente, más que informada, haciendo contra-información de muchas cosas. Como que creo que mucho de la redes sociales, mucho de las prácticas colectivas, mucho de otros equipos parecidos a MIC Género han generado como un encuentro, como “ah, ya viene el MIC Género, ahí nos vemos. Ah, ya viene el festival feminista en la Gozadera, ahí nos vemos. Ah, ya viene el aniversario de Luchadoras, ahí nos vemos”.
Entonces yo me acuerdo hace 6 años, bueno, Luchadoras tiene 5, Gozadera no existía, nosotros no existíamos, entonces me parece que hay un poquito más de opciones, de gente interesada. Un poco se debe a la tecnología, a la apertura de los medios de comunicación independientes; y sin embargo siento que van mucho a nuestras funciones, gente que trabaja en una ONG, que estudia en el PUEG, o antropología, gente activista, y está increíble y ese es un público muy querido, que ha estado con nosotros año con año. Pero el festival está hecho para llegarle a la gente que no ha tenido un contacto con esto. Todos los años hacemos esfuerzos por hacer una función al aire libre en Iztapalapa, en Tepito, en las Islas de la UNAM, en lugares públicos en donde el que vaya pasando, vaya viendo y se quede y se interese. No llegarle al que ya está sensibilizado, o sea el esfuerzo, el granito de arena que hacemos más, el otro paso que damos es ese, intentar interesar a otras personas que ni les interesa luego el cine, que ni les interesa los Derechos Humanos pero creo que de lo que va el Festival nos incumbe a todos. Nos ha pasado en algún momento, alguna de estas prácticas violentas, o alguno de estos privilegios experimentarlo, algo nos ha pasado, creo que lo podemos entender. Y eso es realmente lo que quiere el festival, yo siento que ahora nos conocen más, que estamos en la referencia de mucha gente pero lo que buscamos no es llegarle a gente ya experta sino más bien sensibilizar y enseñar y para eso también, esta sección de Infancia y Derechos Humanos un poco implica esto, como en lugar de estar sensibilizando, en lugar de estar curando el cáncer, mejor prevenlo, mejor empieza en la infancia, no empieces ya cuando ya pasó. Es un poco en lo que vamos, en lo que estamos.
Feminopraxis: Hablando de cómo ha sido recibido el festival y cómo ha cambiado a través de los años, ¿ustedes han encontrado diferencias ahora que están en diferentes estados de la república? Además, el año pasado fueron a Argentina, entonces, ¿qué diferencias hay de cómo se recibe en Argentina a cómo se recibe en México?
Adán MIC: Sí. En la Ciudad de México nos va muy bien, porque creo que es “in da house” [risas], pero no sé. Por ejemplo, el año pasado sumamos Acapulco, la ciudad, y nos dolió mucho encontrarnos un Acapulco muerto en turismo, miles de negocios cerrados. Hicimos dos funciones en la playa, llegaba la ola y tocaba la pantalla, y nadie, bueno no nadie, pero una función de 40 personas cuando eso está pensado como para mil. No hay vida allá en la playa en Acapulco, tuvimos que irnos como a las zonas populares de Acapulco, ahí evidentemente hay vida, ahí hicimos la inauguración en el Zócalo, pero una de las que creíamos: “bueno, pues una función en la playita y ya cuando está el claroscuro” vacío, y de repente nos dimos cuenta que todos los negocios estaban cerrados y la gente tenía miedo de caminar.
Xalapa nos fue muy bien el año pasado, Puebla lo mismo. En general creo que tenemos buen público en todos los estados, hay que trabajar la presencia y permanencia de esos espacios. Aquí [en la CdMx] tenemos 6 años, en Puebla tenemos uno, y en Argentina creo que nos fue muy bien, porque es un país con una historia de movimientos y de luchas políticas intestinas contra la dictadura, con los procesos de enjuiciamiento a estos colaboradores de la dictadura, hubo todo un proceso al interior de Argentina, de una transición, le llamo yo, una transición de justicia. Así como hay transiciones democráticas de “bueno, ahora ya no está este partido, está otro”, creo que algo bueno que tuvo Argentina es que hicieron una transición no nada más de poder, de chip, sino que esos que llegaron al poder pusieron el ejemplo de “vamos a comenzar repartiendo justicia”. Entonces la gente sentía que no había impunidad, que realmente había un cambio, que no llegaban otros con otra bandera pero eran los mismos, y siento que eso hace a Argentina un pueblo muy comprometido con las luchas sociales, colaborativo y cooperador.
Y creo que un proyecto como MIC Género, el año pasado que estuvimos allá, pues tuvo mucho público. Además mucho del equipo de Argentina pues era gente muy ganosa y que venía de movimientos, o sea, muy política ¿sabes? Mucho más que en México. Y eso a nosotros nos pareció maravilloso porque no te sientes solo contra el mundo, sino sientes que hay, no un colectivo, sino un buen de colectivos peleando contigo, peleando al lado de ti y eso muy importante. Yo siento un poco que a veces nos cuesta resistir en México con los proyectos, los movimientos, porque luego nos sentimos solos, y luego estamos solos, estamos ahí peleando solos…
Feminopraxis: ¿Hay géneros cinematográficos que predominen cuando se hace cine feminista o con perspectiva de género?
Adán MIC: Traemos más documentales que ficciones. Pero sí hay bastantes ficciones, o sea, te hablo de que hay casi 40 ficciones contra 60 documentales. Y manejamos todos los formatos como corto, largo, cine experimental, docuficción, animación.
Feminopraxis: ¿Cómo ha sido la presencia de las mujeres como directoras, productoras? ¿Esto lo toma en cuenta MIC Género para hacer su selección de películas?
Adán MIC: Sí, todo el tiempo, desde la primera edición tenemos una regla que justamente es “si vamos por la igualdad, apostemos a ella.” La selección de las películas siempre está oscilando entre un 60 y 40 por ciento de representaciones por directoras/directores, porque no vamos a hacer un festival feminista y poner puras películas dirigidas por hombres. De hecho, la curaduría se hace de dos formas: abrimos una convocatoria y compramos derechos de películas y bueno, siempre tenemos esa cosa como muy presente. Tiene que estar representado todo mundo equitativamente.
Sobre las películas, al ser documentales, el 60% de ellas, intentamos que un poco nos estén hablando de los problemas en los cuales abordamos y tratamos y bebemos [sic] desde la teoría feminista.
En el caso de las ficciones sí tiene mucho que ver, o sea, nos ha pasado hablar con cineastas y decirle “oye Juanita, fíjate que vi tu película y me encantó, y la quiero seleccionar en el festival… « ¿Mi película? ¿Es gay mi película? ¿Es feminista mi película?»… Sí, yo creo que tiene una mirada feminista o podemos abordarla… “«órale, no sabía»”. Nos ha pasado, que gente no sabía. Yo me imagino que puede pasar en muchas de las artes. En la literatura seguramente pasa, en la música. Hay cineastas que abiertamente dicen “«yo no soy feminista»” y todos los años las seleccionan festivales de cine de mujeres pero “«yo no soy feminista»”. Hay otras cineastas como Agnès Varda que abiertamente dice “«sí, yo soy feminista, y yo milito y es más, mis temas a abordar centrales son el aborto»” y eso es maravilloso. Pero hay muchas formas de entrarle a la representación del género y a la crítica a los géneros. Incluso le puedes entrar desde un lado, por la vía negativa, puedes representar todo lo negativo, todo lo malo, todo lo que realmente lastima, o sea, yo he pensado por ejemplo, “¿y si hacemos un ciclo de las películas más sexistas?”, pero como para entrarle a estudiarlas, ¿me explico?, no para promover el sexismo, sino para, “estas son las películas más sexistas que han habido en la historia del cine de Hollywood”. Juzguémosla todos.
Por ejemplo, este año nos armamos un ciclo con la Filmoteca de la UNAM, sobre la representación de las mujeres en el cine mexicano de los 30’s y 40’s. Y está muy interesante porque ninguna de esas películas fue ni escrita, ni dirigida por una mujer, pero sus protagonistas son mujeres haciendo cosas, viviendo -Santa, por ejemplo- sobreviviendo la vida en la Ciudad de México, haciendo cosas que según los hombres piensan que hacen las mujeres y que viven una sexualidad de cierta forma y la representan de cierta forma. Entonces fueron películas muy polémicas no nada más por el tema en su momento, sino porque rompían con una representación de la mujer en ese momento. Una mujer que ya no se quedaba en la casa a cuidar a los hijos o en la provincia mientras se iba su marido caudillo de la Revolución, sino una mujer que decía, “«Me voy a probar suerte a la Ciudad de México»”, y terminaba siendo bar tender en un antrucho, y estaba a dos pasos de ser trata, de que la trataran. O en el caso de Aventurera, por ejemplo, es víctima de trata y luego como que se empodera desde ese lugar, desde su lugar de bailarina y rompían con esa tradición. Pero sí 70 años después vemos esas películas, te surge la idea de, “bueno esto lo pensó un hombre, es la visión de un hombre, es la visión de un escritor hombre”, ese tipo de cosas.
Vamos pensando ciclos, vamos pensando año con año de qué forma le podemos entrar al género, directamente, indirectamente, por la derecha, por la izquierda, vía negativa. Eso es un buen ejercicio.
Feminopraxis: ¿Hay alguna forma que hayan implementado con la población para saber cómo va recibiendo [el festival]? ¿O más bien es de colectivos que les van diciendo “bueno, nos pasa esto con las películas” o cómo se van enterando de qué va pasando con la gente?
Adán MIC: Tenemos un ejercicio llamado 100 Horas de Activismo, es una convocatoria donde se exhorta a funcionarias públicas, a activistas, ONG’s, estudiantes, a que donen una hora de su tiempo para comentar alguna de las películas de la selección oficial del festival. Durante las 500 funciones que hay en el país, 100 de ellas son comentadas por gente que le quita el sueño los derechos humanos, gente que es activista y milita y trabaja, y que le gusta el festival y que nada más está esperando a que empiece MIC y va al cine e invita a todo mundo, entonces le decimos “mira qué te parece si tú nos ayudas a sensibilizar y hablar sobre estos temas con un público más amplio”. Entonces les mandamos las películas y ellas ven los materiales desde antes, y cuando es su función, llegan, se presentan con el público y cuentan su experiencia, y hay un diálogo, “¿Qué te pareció la película, te conmovió, te gustó, este problema que tú ves ahí representado tiene un nombre? ¿Tiene un concepto teórico en la academia?” Entonces hay una devolución inmediata. O “no, no me gustó” o “MIC Género, trajiste muchísimas películas, los odiamos, porque me antojas 200 películas y nos las puedo ver”, o sea nos han dicho cosas así de bajen la programación porque me da mucho coraje que no las puedo ver todas. O “«me encantó la función, yo tengo una escuelita a las orillas de la ciudad o en otro estado, me gustaría ver si me la puedes prestar o me pones en contacto»”. O sea como que es inmediato.
Feminopraxis: ¿Cuáles son las actividades de MIC Género de este año? Entiendo que 100 horas de activismo sería una, ¿qué otras actividades tiene MIC Género?
Adán MIC: Tenemos un taller de escritura creativa con la cineasta alemana Doris Dorrie; en Cineteca Nacional el 7 y el 8 de agosto viene Santiago Fouz, un teórico español sobre cine, feminismo, representaciones de cuerpos, cine erótico. Él trabaja en la Universidad de Durham, vamos a presentar un libro de él que se llama Cuerpos de cine, da una charla magistral en la Universidad de la Comunicación, y es jurado al interior de un certamen que tenemos que se llama Gender Lab, que es un laboratorio de producción y posproducción audiovisual. Es decir, MIC Género no nada más se decida a exhibir películas, sino también nos hemos dado cuenta que es importante entrarle a la producción de contenidos audiovisuales que velen, que tengan la factura, por así decirlo, de el no sexismo, la no discriminación, como estar atentos a producir contenidos que un poco velen y militen sobre esto. Eso es lo que tenemos.
Feminopraxis: Pues ya finalizando, cuéntanos ¿cuál es la proyección de MIC Género para otros festivales, para el futuro?
Adán MIC: Ok, pues aguantar, resistir, pero para combatir. Estamos empezando el festival en Argentina, va a ser su segundo año, y queremos lograrlo, consolidarlo allá, antes de dar otro paso quizá a otro país, consolidarlo muy bien en Argentina. Consolidar, cada año mucho del equipo que estuvo el año pasado va el siguiente año. Vamos haciendo cambios también al interior, creo que una cosa que me gustaría, que es un reto para nosotros, ya logramos que todos los sueldos sean remunerados lo que quiero es que ahora todos tengamos seguro social. O sea, tener derechos como cualquier otra profesión, o sea, estar cubiertos en la vida por lo que haces, por lo que amas hacer.
Creo que eso, resistir, resistir los golpes que le dan al presupuesto, a la cultura, a la igualdad de género, a los derechos humanos. Ha habido recortes muy serios y graves este año por parte del Gobierno Federal, entonces no nada más nos ha pegado a nosotros, les ha pegado a otros festivales, y pues bueno, esos son los retos, sobrevivir pero felizmente haciendo y sacando adelante el proyecto con toda la creatividad y con toda la gente.
Me acabo de volver papá, entonces también es un poco, bueno, Ceci, que es la Directora Ejecutiva del festival y yo, un poco como surfear entre el festival, los dos países y una nena, estamos descubriendo un tipo de paternidad y maternidad pues bastante poco convencional, traemos a la nena acá, estamos en el escritorio trabajando con ella. Nunca había sido papá, pero te puedo decir que cuando yo fui bebé y niño nunca fui así ¿no? Nunca me llevaron a la oficina. Bueno pues es un poco encontrarme también en eso.
Feminopraxis: Te agradecemos, Adán. No se sí quieras dar un último mensaje para la gente que ya se está preparando o que está apenas viendo qué onda.
Adán MIC: Sí, pues esperamos que puedan acompañarnos el 2 de agosto en el Teatro de la Ciudad con la película Pojkarna, Girl Lost en inglés, es una película sensacional, yo creo que es de las mejores que traemos este año, entonces es entrada gratuita en un gran espacio, saquen su boleto cuando antes por internet que se acaban, están por acabarse, entonces corran, y cualquier información que necesiten, consulten nuestra página de internet que es www.micgenero.com, y estamos en nuestras redes sociales que es Facebook.com/micgenero y en twitter @micgenero. Mándennos un mail, escríbannos, conversen, dialoguen, vayan a las funciones al aire libre, que seguramente se la van a pasar bien, hay una gran gran gran curaduría este año y pues, no se lo pierdan.