Yo menstrúo

Por Yesenia Alzate*

Yo menstrúo.

“¡Oh! Qué escándalo, ¿cómo puedes decirlo?”

-Sí, yo boto sangre por la vagina cada 28 días.

Soy las mujeres pasadas, presentes y futuras; negras, blancas y mestizas. Soy las mujeres que pasaron por la guerra soltando más sangre que la que les correspondía por cada herido. Soy las mujeres violentadas que anhelaban no llegara el marido a romperles el rostro. Soy las mujeres que fueron obligadas a casarse y tener hijos a sus 15 años porque las hacía más mujeres, asimismo soy esas que fueron privadas de aprender más que a estar en la cocina, porque el estudio no era para ellas. Soy esas niñas que fueron violadas por sus tíos, primos, padres vecinos y quién sabe qué personaje más. Soy la cruda historia de las mujeres que fecundaron hijos después de esas violaciones y que con su inocencia de aún niñas no supieron amar a primeras esos hijos. Soy las mujeres que abandonaron los estudios y trabajos por cuidar a quien venía en camino. Soy las mujeres de falsas realidades; esas que dicen estar felices pero se ahogan en la tristeza porque tienen una vida desdichada.

Duele menstruar.

Nos duelen los senos y el vientre cada mensualidad. Tenemos los hilos desarrollados de lo que podría pasar si llegásemos a parir.

“¡impuras!”

  • “No duermas conmigo, vieja. Ni se te ocurra tocarme o servirme la comida porque estás sucia en estos días. Y ni se te vaya a dar buscarme porque ni miradas te echaré”.

Cuando crecíamos, escuchamos comentarios como: “¿Ya te han picado las avispas, niña?”, “¿ya te crecieron pelos?” “Te estás poniendo lo más de bonita, ¿ya tienes novio?”, “Pero mirá qué trasero el que te ha salido” Y silbidos por la calle con murmullos de: “Uy mami, pero que estás buena”

Éramos, fuimos un circo de desarrollo para los ignorantes irrespetuosos que no llaman las cosas por su nombre.

Sí, me crecieron senos, ¡Claro que a todas nos crece vello púbico, axilar y bigote si nos descuidamos!, nos da mal olor en los sobacos y por supuesto tiramos pedos.

También soy esas mujeres a las que no les importó cuánto les dijeran de sí, porque buscaron revolucionar la discriminación social de ser mujeres para luchar por sus derechos. Soy esas mujeres como Doña Bertha Jaramillo, quien luchó en sus años juveniles por la educación en su vereda, desde entonces es una mujer empoderada de sus derechos; mujer líder. Soy las mujeres rurales y urbanas que salieron de la rutina para agruparse y entenderse mujeres. Soy las que aprendieron a no dejarse golpear y a amarse tal como fueron y serán.

Soy las mujeres que rompemos mitos y encontramos libertad. Soy esas a las que no creyeron fuertes por ser flacas ¡Y soy flaca no porque no coma! Soy las mujeres a las que insultaron por tener buen cuerpo ¡Y qué cuerpazo si nos sobra carne!

Soy todas las mujeres, pasadas, presentes y futuras; Negras, blancas y mestizas… Menstruarán, menstruamos y que un dejaremos de menstruar.


*Yesenia Alzate, 18 años; mujer feminista, Colombiana y comunicadora social y periodista en formación de la Universidad de Antioquia.

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