Nosotras.

Por Luisa Fernanda Díaz Morales*

Muchas de nosotras somos la voz de aquellas que no pueden alzarla y pelear por lo que aun somos privadas. Somos la voz de aquellas que no pudieron contar la historia con sus propias palabras y fueron silenciadas por los ojos ciegos de una sociedad.

Madres, esposas, hijas, amigas, doctoras, arquitectas, profesoras, bailarinas, pintoras, todas nosotras que marchamos en las calles cuando hieren a una y encabezamos titulares en los periódicos causando controversia por la lucha de lo que no somos acreedoras.

La sociedad nos dice que “Calladitas nos vemos más bonitas”, pero en la actualidad el permanecer en silencio implica seguir viviendo de las injusticias, además, ¿quién dice que no podemos vernos hermosas luchando en contra de aquello que ha lastimado a mas de una de nosotras?, porque no es lo mismo herir a una que marchemos todas juntas.

La lucha y esfuerzo de las mujeres del pasado por darnos el lugar que merecemos en la sociedad dieron frutos que hoy en día son útiles para que las mujeres podamos gozar de mayores derechos y libertades. El simple hecho de ejercer el derecho al voto o a la oportunidad de estudiar y convertirnos en profesionistas, fueron resultados de una pelea que nuestras antepasadas decidieron encabezar, obteniendo así el lugar que merecemos en la sociedad.

Hoy la lucha que encabezamos las mujeres del presente es en contra del miedo, ese miedo de salir a divertirnos y no volver a casa o vivir una última vez que abracemos a nuestras madres, hermanas y amigas. Miedo de que alguna de ellas o incluso nosotras mismas tengamos que decir “Lo cuento yo, porque ella no pudo”.

Hablo por todas las mujeres que estamos cansadas de vivir con miedo, recorrer las calles apretando con fuerza las llaves y de escuchar piropos necios que nos hagan sentir incomodas. Todo lo anterior nos ha impulsado a gritar por las calles “Ni una más”, no queremos seguir calladas para lucir bonitas y ponernos a la merced de aquel que quiera lastimarnos. Nos negamos a que alguien mas cuente nuestra historia porque nosotras no pudimos.

Seguiremos marchando por las calles, exigiendo nuestra seguridad, para que podamos ser libres de salir sin importar la hora, vestirnos con aquello que nos hace sentir hermosas, poder salir a divertirnos y volver a casa con nuestra familia.

El feminismo no es una moda o enfermedad que se cure fácilmente como una gripe, el feminismo es la forma de demostrarle al mundo que no pueden lastimarnos y que cuando caiga una, la levantemos todas juntas y empoderadas digamos “Ni yo ni nadie contará mi historia”.

No debemos crear enemistades entre nosotras, cuando el verdadero enemigo esta afuera en las calles de nuestra ciudad, en nuestras escuelas, oficinas e incluso debajo de nuestro techo. Toma la mano de aquella desconocida que te consoló en el baño de la discoteca, de aquella que te ayudo a retocarte el maquillaje, de la vendedora que te chuleo el oufit en cuanto saliste del probador y sí toma la mano de aquella desconocida que iba al lado tuyo en el transporte público. Toma su mano y no la sueltes, porque en la lucha todas somos una y todas juntas lograremos vencer al miedo.

No mas miedo, si lastimas a una, nos tendrás marchando a todas juntas. Basta de contar la historia por alguien más y basta de sentir miedo. Nosotras lucharemos contra el miedo.  


foto*Luisa Fernanda Díaz Morales, tengo 16 años y soy estudiante del 3er semestre de preparatoria La imagen y sus derechos le pertenece a Kelly Angelovic

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