Resiliente casi todos los días

Por: Marcela Flores*

Para nuestro país ser esencial significa tener la fortuna (o infortunio) de seguir trabajando a pesar de la contingencia, es mi situación actual: trabajo para una empresa dedicada a la manufactura de artículos indispensables para el sector ferretero y automotriz. Se vive muy extraño, hay días que la crisis de histeria existe en cada rincón, hay días que olvidamos la situación del país enfocándonos en la situación de la empresa, sin duda es desafiante e improviso todo el tiempo.

Por otro lado siendo whorkaholica rehusada a la rehabilitación me pega fuerte no tener más actividades saliendo de la oficina, cancelaron mis otros proyectos y es lo que para mí se siente como si me azotaran en la cara con un libro que contiene todos mis peores pensamientos y sentimientos, lo que me ha orillado a episodios no tan agradables; he optado por tomar cursos de buena alimentación pero no lo terminé, también hacer ejercicio siempre y cuando no coma demasiado y termine vomitando las tortillas de maíz recién hechas por mi madre, he comprado libros que he devorado como si tuviera que escribir un ensayo para entregarlo al día siguiente; he pasado más tiempo de calidad con mi madre (o no tanta calidad, pero siempre es bueno sentir el amor de mamá), he comenzado muchas otras actividades que sinceramente he dejado a medias y ni intención tengo de continuarlas.

Se siente inestable, estando al borde de ataques de pánico / ansiedad cada 6-8 horas, pero está bien; lo he leído por todos lados: son épocas difíciles y por los cambios en nuestro estilo de vida, va a cambiar nuestro cuerpo, nuestra rutina, hábitos, pensamiento, sentimientos, aprendizajes y es lo que se espera exactamente.

Aunque no adquiera una nueva habilidad, aprenda un nuevo idioma o lo que sea que planeo y fallo, estoy segura que habrá tiempo para aprender a entenderme cada día un poquito más, aprender a leer el idioma de lo que mi cuerpa quiere comunicar; me recuerdo constantemente que en esta pandemia lo que realmente importa es salir viva.

Ya habrá tiempo para retomar lo que dejé pendiente, a rehacer mi vida para mantenerme lo más alejada posibles de caídas emocionales, por lo pronto aprovecho el tiempo para caer una y otra vez, descubriendo nuevas formas de levantarme.

Estos días (meses) me obligan a entablar un dialogo conmigo, cuestionarme situaciones, decisiones que he tomado o voy a tomar, relaciones de amistad, amor, laborales, familiares y creo que es un buen momento para comenzar a actuar de acuerdo a las respuestas que se están manifestando, porque después de esta contingencia no volveré a ser la misma, ¡Y que dicha! Porque estaba harta de mi antigua yo.


WhatsApp Image 2020-05-20 at 3.11.22 PM

*Marcela Flores, psicóloga hundida en el feminismo, en una pelea constante conmigo manifestándose en mis cambios de humor. Defiendo las causas que me apasionan aunque me quede sin aliadxs. Escribir es mi catarsis favorita.

ig: marcela_floresr

twitter: @luisamarcel

 

 

Aviso: El texto anterior es parte de las aportaciones de la Comunidad, bajo el tema Viviendo la pandemia: crónicas feministas en primera persona.  La idea es dar libre voz a lxs lectorxs en este espacio. Por lo anterior, el equipo de Feminopraxis no edita los textos recibidos y no se hace responsable del contenido-estilo-forma de los mismos. Si tú también quieres colaborar con tus letras, haz clic aquí para obtener más detalles sobre los requisitos.