Tal vez escriba esto desde el dolor y la rabia, realmente no me interesa pues siento que así, aunque sea algo visceral, fluirá mejor. Podría empezar diciendo que las relaciones humanas son complicadas, las sexo-afectivas parece que más, crear un balance (que no es eterno), cuidar detalles, el diálogo, la vulnerabilidad, la fortaleza, el respeto, la confianza y los acuerdos, entre otras cosas, son las que van construyendo los cimientos de éstas.
Dependiendo de como hagamos esto y como lo mezclemos con los otros componentes importantes, desde nuestra individualidad, será el resultado. Podemos tener cimientos enteramente sólidos, algunos pueden ser imposibles de sostener cualquier cosa, otros están desnivelados, algunos parecen perfectos pero pueden tener fisuras en donde la humedad por ejemplo, se introduzca… y la lista de como pueden ser, es larga y todos ellos pueden darnos pautas para iniciar, permanecer o finalizar una relación.
Me encuentro en el punto de terminar una relación bastante significativa, los cimientos que se construyeron no se les dio mantenimiento y colapsó. Se quebró toda la estructura que ya existía y parece que, por más que desee seguir sosteniendo, no es posible que se pueda continuar. Duele perder algo en lo que creíste, algo a lo que dedicaste mucho tiempo y cariño, a lo que le pusiste entera confianza y con lo que en algún momento consideraste que podía ser y no resultó, no por ti, sino por la otra parte que no aportó.
El dolor va y viene, hay días en los que amanezco tranquila y con ganas de sonreír y otros en los que preferiría no salir de mi casa. Pero si algo he aprendido en este tiempo es que es posible, con mucho amor y paciencia, dejar de sentir dolor y se requiere cuidados, tanto propios como de seres cercanxs, dejar de tener miedo de sentir, estar dispuesta a aceptar que el recorrido no será recto, seguir el instinto de lo qué es mejor para nosotras y principalmente nunca te recrimines que lo que hiciste no fue suficiente.
En este momento lo mejor para mi es soltar, me cuesta pues no quiero, pero lo necesito ya que si sigo permaneciendo me lastimaría más. Y es que cuando se está es por que se quiere y cuando se está a medias, es decir sin estar, es porque realmente no hay interés. No se trata de caer en absolutismo y pensar que o es blanco o es negro, claro que tiene sus matices, y en los matices están las materias prima con las que se construyen los cimientos que mencionaba anteriormente, mismas que van a permitir levantar la estructura por completo, a medias o mejor abandonar lo que se pudo haber realizado y a esto es a lo que hay que prestar atención al inicio.
La herida va a cerrar y pienso que no estamos para dar a lo tonto, no estamos para esperar a ver cuando es posible y tampoco estamos para traicionar lo que es mejor para nosotras. Seguir viviendo, es lo que toca después de estos procesos, crecer y saber que tenemos una fuerza inmensa que nos va a permitir recuperar lo que perdimos, ver germinar lo que a lo mejor ni sabíamos que se estaba sembrado y acompañarse en todo momento para saber cuando (y como) se está lista para lo que seguirá.
*La ilustración es de Henn Kim.
Sabias palabras. No hay que olvidar el amor propio al amar a alguien más… 😉
Me gustaMe gusta