Amén.

Antes de empezar quiero aclarar que el texto es mi opinión, misma que he generado con el tiempo y las experiencias que he tenido en mis 25 años. Entiendo que, como en todos los casos, siempre habrá excepciones a la norma (mis ejemplos cercanos son el Padre Solalinde y el Fray Cruz Alta), sin embargo, utilizaré la generalización para expresarme con mayor facilidad; además, estaré escribiendo dios y no Dios por el hecho de englobar a todos.

Durante la semana pasada y ésta he estado viendo, con mucho cuidado y paciencia, la nueva serie/documental de Netflix The Keepers, que a grandes rasgos es la investigación de personas de la 3ra edad sobre el asesinato a una maestra monja de la secundaria que, al identificar los abusos sexuales del Capellán a las chicas, la matan.

Debo admitir que el segundo capítulo me resultó bastante fuerte ya que las víctimas

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Fotografía de Erick Ravelo de la serie “Los Intocables»

hablan de los abusos vividos y cómo eran justificados utilizando la fe como recurso de intimidación. Fue en este punto que volví a cuestionarme lo que pasa con estos abusadores y volví a concluir: ¡no pasa nada y por eso MILLONES de casos en el mundo sobre curas pederastas no han sido resueltos y mucho menos se han condenado a los culpables del acto y quienes los encubren! Al contrario, se ocultan y protegen porque son representantes de dios.

Lo vimos en México con Maciel, hay miles de películas sobre esto y Spotlight es una reciente y bastante bien hecha. El Cardenal de México, Norberto Rivera, avisa su retiro con una denuncia sobre encubrimiento de pederastia… Y así, la cuenta es larga. ¿Por qué tanto odio, violencia e intolerancia en la práctica de la religión católica? Iniciando con cosas pequeñas como el decir que es LA religión y las demás son sectas y terminando con este tipo de abuso que, desde mi ética, es imperdonable. Y verán, mi problema no es con el dios o dioses a los que se les quiera rezar; mi problema, mi enorme problema, es la justificación de actos de odio, de agresiones, de la intolerancia y de actos violentos en nombre de ese dios/es.

Bien decía Marx que La religión es el opio de los pueblos, pues en nombre de ella se han aniquilado sociedades, en el nombre de ella se han violentado individualidades, en el nombre de ella se han abusado de niñas y niños, en el nombre de ella se han creado fobias, en el nombre de ella se han justificado actos inhumanos que además se esfuman en cortinas de poder, impunidad e ignorancia. Esa putrefacción se mantiene gracias a los esfuerzos de aquellos representantes, quienes se las ingenian con la represión para continuar con sus puestos de poder.

La curiosidad es un arma letal para estos abusadores y no es algo que me imagino, es algo que he escuchado. La curiosidad permite que nos cuestionemos «lo natural» y empecemos a crear cambios de consciencia y de cultura. Cuestionarlos sería hablar con la vecina sobre el padre que tocó a su hijx, luego denunciarlo a las instituciones/medios de comunicación, no descansar hasta que la persona tenga la sanción que está estipulada por nuestras leyes, también asegurarse que NO vuelva a ejercer ningún cargo como predicador y el excomulgarlo me parecería un buen grito de la iglesia que no tolerará otro acto igual o parecido a ese.

En México la religión católica se practica con las patas, es decir, mal. Tenemos grupos creados por creyentes que con el #NoTeMetasConMisHijos crean campañas de odio, marchan a favor de la homofobia, hablan desde la ignorancia y exigen que el gobierno cumpla con sus requisitos que, en primer lugar, son un atentado en contra de los derechos humanos y posteriormente son exigencias que nos están arrastrando a siglos pasados. ¿De verdad, dios pregona ese tipo de cosas? Ahora que si la respuesta es no, entonces mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué se permite que un representante que sí pregona esa palabra de dios esté donde está? Sé que al menos en nuestro país cambiar las cosas es lento y a veces frustrante, ¿pero por eso se tiene que tolerar gente ignorante, intolerante, abusiva e irrespetuosa con ese cargo? Y no tengo el ánimo de ofender, sino de solidarizarme pues si tú quien me lee en este momento estás de acuerdo con lo que escribo ten por seguro que te tiendo la mano para sumarme a tus exigencias, pero empecemos a hacer algo al respecto; yo desde mi feminismo ateo y tú desde tu trinchera, y Amén.

1) La imagen destacada es de la película Persépolis misma que también habla de intolerancia, agresiones y abusos por parte de quienes tienen el poder en una de las religiones del mundo.