Silvia Federici: El capitalismo como sistema de producción de muerte.

Los días 2 y 3 de marzo Silvia Federici vino a Guadalajara a dar una conferencia magistral titulada «La guerra contra las mujeres y las nuevas formas de acumulación capitalista» y posteriormente, al encuentro entre mujeres; algo más íntimo y horizontal. Por supuesto que Feminopraxis no se iba perder ninguna de las dos cosas y he aquí un poco de lo que se reflexionó, compartió y dijo. Como un resumen de su larga trayectoria Federici,  dentro de los trabajos que ha realizado hace una crítica al sistema capitalista, la unión de éste con el patriarcado, el trabajo no remunerado de las mujeres como el doméstico y el de crianza y además, en este encuentro con ella, también se habló de la importancia de distinguir un feminismo neoliberal de un feminismo de y para las mujeres. Ahora sí, empecemos.

Como en bastantes feminismos de América Latina, se ha observado una gran trayectoria de El Feminismo desde una visión eurocéntrica, heterosexual y blanca. Sin embargo, tenemos que empezar a ver hacia el sur como un espacio que ha vivido explotación constante por el capitalismo, que ha pagado un precio caro por las guerras de poder de los de arriba y que ha sido saqueada hasta dejarla empobrecida. Por supuesto que estas consecuencias del capitalismo nos han perjudicado a hombres y mujeres. No obstante, las mujeres hemos sido las que mayores golpes y violencias tenemos que soportar pues ¿qué sería del capitalismo sin el patriarcado? es por ello que tenemos que observar y empezar a denunciar las situaciones específicas de este sistema dicho de otro modo, el capitalismo no es violento al mismo nivel ni de las mismas formas con todas y todos mucho depende la raza, la religión, el nivel económico, la edad, la cultura y, por supuesto, el género para diferenciar los tipos/niveles de violencias recibidos.

Y por mencionar algunos Federici nos habla de los siguientes ejemplos muy puntuales en nuestro siglo XXI:

  1. Caza de brujas: «En mi vida me imaginé escuchar que en la actualidad se queman vivas a mujeres por acusarlas de brujas» recordemos su libro Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria en el que señala que la cacería de brujas no era más que el castigo a mujeres autónomas, sabias e independientes que sabían decir no y hacían lo que disfrutaban y, por supuesto, un aviso a aquellas mujeres que todavía no se «convertían» de que eso es lo que les deparaba si decidían tomar ese camino. El feminicidio y la cacería actual de brujas es una amenaza para todas nosotras de que si decidimos ser autónomas y salirnos de los estereotipos podemos sufrir esas consecuencias.
  2. El salario como instrumento político del capitalismo para la creación de jerarquías: pensemos que por el hecho de ser mujeres en promedio ganamos 10% que los hombres por el mismo trabajo, pensemos en el techo de cristal mismo que nos engaña para aspirar a puestos con más responsabilidades y privilegios pero que en la realidad no podemos alcanzar por que existen un sin fin de obstáculos, reflexionemos sobre la brecha de educación que también será una brecha laboral cuando esas niñas/adolescentes lleguen a la etapa adulta y, por ende, la dependencia económica que tendrán con la pareja, misma dependencia que facilitará la nula creación de redes de sororidad y el poder decir ¡BASTA! al vivir violencias.
  3. La revictimización de las mujeres como otra forma de violencia sistémica: estamos viviendo una etapa de denuncias infinitas de mujeres que han sido víctimas de violencias diversas en sus contextos. La «solución» del patriarcado para no dejar el mundo es culpar a las víctimas de hacer o dejar de hacer ciertas acciones para vivir esa violencia, justificando las agresiones ejercidas por los hombres.
  4. Esterilizaciones forzadas: y no nada más las médicas que son realizadas a ciertos sectores de la población que no son deseados por el capitalismo/patriarcado sino también las económicas; en este México es difícil sobrevivir con un salario mínimo, pensar en tener hijxs con esta economía es sumamente complicado ya que las deudas que vamos adquiriendo para librar el día a día implicarían un aumento estratosférico si consideramos tener hijxs, para las mujeres que desean ser madres es una cuestión que podría orillarlas a no ejercer su derechos a una maternidad.

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Esta nueva fase del capitalismo en donde se ven el neoliberalismo y la globalización involucrados nos encaran formas más complejas y brutales de violencias todo gracias a la necesidad de acumular la riqueza a unxs cuantxs a costa de la pobreza de millones. Ahora, qué soluciones o acciones tendría que pensarse como métodos de rebeldía y resistencias: Los feminismos son una de las bases que han modificado las formas de relacionarnos entre hombres y mujeres, si bien es cierto que no en su totalidad (pero ahí vamos compañeras) la visión clara de que nuestras relaciones se han convertido en procesos mercantiles en donde el poder cambia servicios con las subordinadas, nos han permitido abrir los ojos y empezar no sólo a cuestionarnos esas formar de convivencia (si se le puede llamar convivencia) sino también a ir modificándolas con acciones que requieran un esfuerzo para deconstruir esto que vivimos.

¿Por qué no hablar de igualdad? Para Federici es sencillo esto, es peligroso exigir igualdad en un sistema que se dedica a atacar y explotar a todo lo que existe en este mundo y pedir la igualdad dentro de este sistema es pedir que seamos igual de explotadas y violentadas que los hombres. No es por ahí el camino pues la idea, repito, es deconstruir este sistema y crear nuevas maneras de relacionarnos entre nosotrxs, con la tierra, con los animales y con la vida. También, en la línea de no ser dogmática, Federici nos habla de la importancia de pensar si el trabajo feminista tiene que ser a la par con las instituciones ya que éstas son las que han creado y permiten que continúen las desigualdades, sería algo ingenuo pensar que las instituciones nos ayudarán cuando lo que desean es mantener el status quo.

Abonemos a las redes entre mujeres, al trabajo de base que es algo que a México en particular le cuesta trabajo, hemos encontrado diversos movimientos en la historia de América Latina que gracias al trabajo de base han creado muchos cambios en sus contextos ¿Qué nos falta a nosotrxs para llegar a hacerlo?. Recordemos que aún dentro de los feminismos hay sectores olvidados, no olvidemos ni dejemos a un lado a esos sectores, tal es el caso de las niñas y niños que no sólo viven las violencias capitalistas y patriarcales sino también las adultocéntricas, el planeta mismo ha estado siendo víctima del extractivismo y eso terminará por agotarlo, no podemos ignorarlo.

Solidaridad y sororidad son los actos que estamos careciendo debido a la educación individualista que el capitalismo se ha empeñado en darnos, estamos en una crisis que tenemos que empezar a solucionar. Y algo sumamente importante, desde mi perspectiva, como feministas no es nuestro trabajo ser pedagogas con los hombres Federici mencionó en diversas ocasiones que nuestros trabajos de base harán que ellos cambien (no tendrán de otra) pero la energía que gastamos en enseñarles es energía que perdemos para trabajar con y para nosotras, debemos empezar a cuidarnos en ese sentido y si, darles las bienvenida cuando deseen incluirse sin ejercer sus privilegios. Cambiemos nuestro tejido social, que el que tenemos no nos está sirviendo.

 

*Las imágenes son de Lídice Villanueva