¿Podré hacer lo que me proponga?

¿Podré? Es una pregunta que me hago frecuentemente, en esos momentos que son íntimos y que con pocas personas me siento libre de compartir. ¿Podré estudiar la universidad?, ¿Podré hacer la tesis?, ¿Podré conseguir trabajo?, ¿Podré vivir con mi pareja? o ¿Podré ser una mujer trabajadora, activista, ama de casa y terapeuta? Al final de cuentas en cualquier etapa nueva a la que me meta está la pregunta ¿podré con esto? y eso muestra un poco, o bastante, inseguridad de mi persona pero a veces me pregunto si esta inseguridad brota de mí o es consecuencia de un adiestramiento social.

Si enjuiciarnos se trata somos les primeres en ejercerlos sobre nosotres mismes y más cuando de una u otra manera vemos en el acto y en la teoría que no se da el ancho en los parámetros sociales. ¿Cómo, tú tan feminista y cayendo en eso? ¡pues claro! ojalá hubiese nacido feminista para no sentir, pensar y actuar así en ocasiones pero no es el caso, nací en un sistema patriarcal-capitalista y machista que me ha enseñado que como mujer TENGO QUE y una de esas cosas que tengo que ser es multitareas, buena para aquello a lo que me dedique, buena ama de casa, buena esposa/pareja, buena madre, tener buen físico… ¿ya se entiende, no? pero cuesta deshacerse de esos estándares tan inalcanzables para las simples mortales.tumblr_mxecb5gI1j1sq4dkno1_500

Es difícil deconstruirse, es complicado replantearse quién y cómo quiero ser, pero si algo he aprendido este año es que soy capaz, aunque no me la crea en ocasiones (volvemos a lo mismo de antes, it’s a trap!). Saberme imperfecta es una de las llaves para llevar la vida a mi paso aún cuando el patriarcado y todo sus colegas quieran apresurar cosas que yo no quiero en mi vida o no las deseo en este momento.

Sin embargo, el que piense así y poco a poco lo lleve a la acción es parte de ciertos privilegios de los cuales soy consciente que tengo. Soy una mujer de 25 años, licenciada en una carrera que elegí por mi propio interés, heterosexual, blanca, clase media, capaz de vivir independiente de su padre/madre, con una pareja que la apoya y una red pequeña y sólida con la que también siento y vivo el apoyo. Por tanto me resulta fácil plantearme estas situaciones que en otro contexto no serían así de profundas o ni siquiera existirían.

La cuestión aquí es que si tienes la oportunidad de cuestionarte ¿quién quieres ser como mujer? o ¿cómo es tu manera de ser mujer? es magnífico, pero no por eso tendrías que imponer esa construcción a otras o juzgar a quienes no han tenido ni la oportunidad ni el tiempo, creo que al final cuando nos deconstruimos el ejemplo que demos al exterior será nuestra mejor carta contra el patriarcado y, de una u otra manera, ser sororales nos permitirá acompañar a la mujer que tenemos al lado en su tiempo y en su proceso de pensarse, sentirse y cambiarse.