San Junipero, feminismo especulativo y el derecho a imaginar

Por Juan Analí*

Black Mirrror es una serie de ciencia ficción británica, dividida en capítulos independientes que tratan  de  los posibles futuros de la humanidad si ésta mantuviera la misma línea ideológica que esta llevando el desarrollo tecnológico hasta ahora. La mayoría de sus episodios son escenarios distópicos, que dan cuenta de la decepción generalizada y del estado de decadencia humana actual: la crítica generalizada al desarrollo tecnológico de nuestros días nos lleva a imaginar futuros donde todo está perdido y la tecnología ha despertado lo mas oscuro de la esencia humanoide. Sin embargo, la serie sacó un episodio distinto al resto, en el que el futuro parece un lugar acogedor, lúdico y amable, donde las personas no han perdido el miedo al dolor, la melancolía, la tristeza, la nostalgia y el cariño, este episodio que ha sido el favorito de los fans, es protagonizado por mujeres, mujeres además que se aman.

San Junipero es un buen ejemplo de lo que el feminismo especulativo puede conseguir a nivel estético, emocional y político, al mismo tiempo, evidencia la necesidad de ficcionar futuros más amenos  entre tantas visiones pesimistas que llaman más a la parálisis y la resignación colectiva,  que a la movilidad y la acción. Las especulaciones entonces se develan como posibilidad nihilista castradora o pulsional libidinal.

La posibilidad esperanzadora de imaginar futuros donde las máquinas no nos engullen en su automatización si no que mutamos con ellas en un devenir más humano y que nos permite conectarnos con nuestros deseos mas intrincados en la psique, donde las maquinas son compañeras al momento de sanar nuestras heridas y enfrentarnos al dolor.

Mucho se habla de la inteligencia artificial, pero pareciera ser que la lógica de las emociones que aun se sitúa en un plano entre la metafísica y la psicología aun no está explorada ni parece ser un objetivo para estas inteligencias artificiales creadas solo con el afán de la mega producción, en definitiva ¿Qué tipo de inteligencia están desarrollando las AI? ¿Qué humano modular o modelo se intenta replicar?

En un presente donde el desarrollo tecnológico tiene como objetivo principal el aumento de las ganancias y el consumo, donde los imaginarios que construyen el discurso hegemónico apuntan hacia ese objetivo, pensar otros futuros y reivindicar imaginarios es pura resistencia, la posibilidad de ficcionar utopías que rompan con los bordes que nos oprimen también es parte de la lucha. Es parte de visualizar múltiples horizontes y modelar sus posibles caminos.

El éxito que tuvo San Junipero radica en esta esperanza y al mismo tiempo necesidad terapéutica del fetiche de la nostalgia experimentada por la generación adulto joven, que al final dice mucho de lo poco que nos ofrece el presente a nivel emocional, y en este sentido las máquinas del retro futurismo están haciendo lo suyo reparando el alma humana, una comunión a nivel espiritual sucede cuando el humano reconstruye las buenas memorias del pasado a través de las máquinas, y esto está pasando en cada ritual donde utilizamos los vestigios que nos ha dejado el pasado tecnológico, y creamos altares con antiguos vinilos, casettes, VHS, máquinas de escribir, disquetes y CD Rooms. La alternativa a este presente de realidades virtuales, aún demasiado rígidas, quizás tan duras como la realidad misma, ilusiones demasiado reales como para sorprendernos.  Lo análogo, aquello que no intenta imitar la realidad, genera algo mucho mas atractivo que esa virtualidad pastiche de lo real, precisamente porque es una experiencia nueva dentro del tedio virtual cotidiano, copia demasiado bien hecha de la aburrida realidad. Mientras que lo digital es mímica, lo análogo se presenta como experiencia novedosa y lúdica, gracias a sus defectos que nos fascinan porque nos hace darnos cuenta que no es realidad y que está lejos de serlo, para así trasportarnos a otro mundo distinto al que conocemos, la virtualidad nos priva del deleite de la posibilidad de imaginar.

El episodio propone la existencia de una terapia emocional de la nostalgia para adultos mayores en estado terminal, donde la conciencia es manipulada para trasladarse a lugares del pasado y recrear momentos felices de la vida del paciente. Lo interesante es que es en esta búsqueda de lo errático, en ese momento mas frágil de la existencia humana el que lleva a estas dos mujeres a encontrarse con el amor y el dolor que éste representa. Este episodio nos muestra cómo la máquina ya no genera los ya tan usados recursos de súper humanos que todo lo pueden gracias a implantes robóticos, si no que nos presenta la debilidad humana con total honestidad, y los servidores que almacenan nuestros recuerdos son aquí aliados del alma, que va mas allá del ensamblaje cuerpo-máquina. La simulación de una realidad posible se entrelaza con la realidad de las emociones y la fragilidad de la condición humana.

Quizás no se puede decir que San Junipero es totalmente feminista, pero si es altamente femenino porque se nos muestra la contra parte del auge de la mujer maravilla, poderosa y fuerte, que todo lo puede y que está tan de moda en estos días en los cines y en ciertos feminismos que permanecen aliados del poder, habla de los rasgos que han caracterizado a las mujeres por décadas y que al mismo tiempo han sido vilipendiados y usados para someterla. El amor, la alegría y la emocionalidad que los discursos del poder han convertido en sinónimos de debilidad e inferioridad, aquí se presentan como posibilidades reconstructivas ¿Qué pasaría si al borde del final de tus días tuvieras la posibilidad de hacer todo aquello que no quisiste por miedos, conservadurismos e imposiciones sociales? Esos sentimientos adolescentes que nos acompañan el resto de nuestra vida y que reprimimos por órdenes sociales – independientemente de donde nos ubiquemos- siempre habrá algo que hemos sofocado en la multiplicidad de posibilidades y performatividades que nos entrega la vida.

Esta oportunidad de morir felices sin el desencanto de la vida, presenta la juventud como posibilidad eterna, pero no la juventud del cuerpo y la piel que vende la publicidad, si no que la juventud de la mente y el alma.

¿Con cuántas posibilidades nos encontraríamos si jugamos con los bordes temporales que muchas veces nosotros mismos nos ponemos?

Estas posibilidades y capacidad de ficcionar nuestros propios futuros, de vernos a nosotras mismas, por ejemplo, sin el miedo a la soledad con el que carga la vejez, esta vejez individualista que nos propone el capitalismo,  que nos impone creer que en el futuro estaremos solos, y además seremos inútiles, una carga para el sistema, que nos obliga a “ser precavidos” y entregarle parte de nuestros recursos a los bancos que nos salvarán de esa senilidad trágica que se nos propone.

San Junipero rompe con esos límites temporales e individualistas, nos invita a imaginar una vejez acompañada y afectuosa. Se subvierte la concepción que tenemos del tiempo y su finitud, plantea la posibilidad utópica de imaginar un mundo sin génesis y sin fin, subvertir el tiempo a través de la eternidad; nos invita a imaginar otras vidas sin la idea naturalista clásica del nacer, reproducir y morir.

Todo hace creer que necesitamos más de estas narrativas, confabulaciones, ficciones y fabulaciones especulativas de un futuro que subvierta los trazos que nos clasifican y limitan.  Competir contra los apocalipsis zombies y maquinales que insertan miedos en el inconsciente, esos miedos a lo diferente y lo nuevo que tan mal le hace a la sociedad, futuros que vayan más allá de los limites que la ciencia ficción masculina ha escrito antes, que rompan estructuras de poder, que eliminen bordes geográficos, temporales, étnicos, de género, etarios y más, propongamos futuros interespecies, futuros donde las máquinas y el resto del ecosistema sean nuestros aliados y no nuestros enemigos ni subalternos.


IMG_9168*Juan Analí.  sudamericanx ciberfeminista , escribo , dibujo , diseño , intento aprender código y compartir conocimiento , soy adicta a los gatos y a descargar contenido pirata.  Instagram : ja_illustration_london    GitHub : juan-polanco

La imagen y sus derechos le pertenecen a cael-fernando

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