Si realizas una búsqueda rápida en internet sobre las bailarinas más famosas de la historia, notarás que hay nombres que van a repetirse como Isadora Duncan o Martha Graham, mujeres talentosas que en efecto, hicieron una enorme aportación en el mundo de la danza.
Sin embargo, estás mujeres también tienen algo en común, son blancas, fueron famosas en su juventud y son provenientes de países que son grandes potencias mundiales. En estás selecciones no aparecen mujeres bailarinas afrodescendientes cuya belleza o condición física salga de los cánones establecidos.
No se trata de devaluar el aporte de otras grandes mujeres, pero sí de poner atención al seguir escribiendo la historia de la danza y nombrar a aquellas mujeres que en el pasado y actualmente están rompiendo estereotipos, viviendo historias de resiliencia y abriendo puertas para las que vienen, construyendo desde la danza, amor, sororidad y espacios feministas en movimiento.
Acá presentamos una selección de 5 mujeres a las que queremos honrar:
Misty Copeland
Fue la primer mujer afrodescendiente que fue promovida como bailarina principal. Misty no incursionó en la danza en la niñez sino ya entrando a la adolescencia a la edad de 13 años, lo que le valdría el escepticismo de aquellos que no consideraron que pudiera hacer carrera en la danza, no sólo por su edad si no por el color de su piel. Pese a todo pronóstico en 1997 Misty ganó el premio Los Angeles Music Center Spotlight Award como mejor bailarina del sur de California, lo que le fue abriendo camino como solista, actualmente también es oradora y ha escrito dos libros autobiográficos.
Michaela DePrince
Nació en una familia musulmana pero creció como huérfana, ya que fue abandonada en un orfanato durante la guerra civil en Sierra de Leona. De niña vivió burlas y críticas por padecer vitiligo y tuvo que huir de un campo de refugiados después de que fuera bombardeado. A la edad de 4 años fue adoptada por una pareja de judíos, desde entonces Michaela ha luchado a través de su carrera con la discriminación racial, ya que la academia le negó papeles argumentando que Estados Unidos no estaría listo para una bailarina negra o que no valía la pena invertir en ella. Sin embargo, Michaela ha demostrado una y otra vez que su talento no tiene límites. Actualmente baila como solista para el Dutch National Ballet y escribió un libro llamado Taking Flight: From War Orphan to Star Ballerina.
Claire Cunningham
Es una bailarina y coreógrafa escocesa que necesitó muletas desde los 14 años pues nació con osteoporosis, lo que no fue un impedimento para crear a través de la danza un estilo y vocabulario único. Montó un espectáculo llamado “Give me a reason to live’ “Dame una razón para vivir” inspirado en la obra de El Bosco centrándose en pinturas que mostraban a mendigos y tullidos como representación de la codicia y el pecado” Claire mencionó, al promocionar su obra, que la visión de esas pinturas nos permea hasta la actualidad, y tiene mucho que ver con el mundo actual, ya que políticos y personas de poder depositan en poblaciones vulnerables y minorías la culpa y marginación.
Stephanie Kurlow
Es una joven australiana y musulmana que fue becada por el Bjorn Borg para convertirse en la primera bailarina con hiyab del mundo, logró dicho apoyo gracias a una campaña de crowdfunding que ella inició para costear su sueño. Stephanie, ha luchado contra la idea de que el hiyab y la danza no son compatibles: «El hiyab es parte de lo que soy, representa la belleza de la religión que amo. Si la gente tiene derecho de vestirse hacia abajo, entonces yo tengo el derecho de vestirme hacia arriba”
Stephanie es un ejemplo de que la historia de otras mujeres nos da fuerza para escribir la historia que queremos, ella misma se inspiró en Michaela DePrince y Misty Copeland.
Eileen Kramer
La danza no tendría que estar ligada a la juventud y Eileen es un claro ejemplo de ello, quién a los 103 años ejerce como bailarina, coreógrafa y activista. Nacida y criada en Sydney formó parte de la primera compañía de danza moderna en Australia y dedico su vida a la danza, actualmente tiene una organización social y benéfica que apoya a adultos mayores en Australia a tener una vida plena.
“Tienes que prepararte para envejecer, y yo me he preparado realizando siempre trabajos creativos y esforzándome por ignorar todo lo demás”
Desde feminopraxis honramos a estas Cinco mujeres, por poner en alto su pasión antes de ceñirse a los estereotipos y mandatos de un mundo patriarcal, mujeres que se hicieron un espacio en el mundo de la danza, abrazando su cuerpo, edad, discapacidad y enfrentando opresiones de raza y género.
** Eliza Tabares – Mexicana radicada en CDMX, psicóloga y Psicodramatista enfocada en temas de género, arte y corporalidad. Le interesa la forma en que la cotidianidad se entreteje con la teoría y los procesos individuales y grupales que se encuentran con el feminismo y que nunca son lineales ni desprovistos de contradicciones, como terapeuta con perspectiva de género, considera que el trabajo con y desde el cuerpo permite poner en la mesa otras discusiones sobre el feminismo. Es directora y terapeuta en Centro de Atención Psicológica, Arte y Consultoría A.C. Co-creadora del sistema SOMA (Salud, Ontología, Movimiento y acción) avalado por la UNESCO. Síguela en Facebook Twitter e Instagram